Plan Nal. Seguridad Vial
En el año 2021 se registraron diferentes accidentes donde 7.270 actores viales perdieron la vida. Esto es un dato importante a tener en cuenta para que Colombia celebre el hecho de que el nuevo Plan Nacional de Seguridad Vial (PNSV) 2022-2031 esté pensado bajo la premisa de que los siniestros y las fuertes lesiones viales se pueden evitar, y, por lo tanto, el plan marca una hoja de ruta para reducir el 50% de los accidentes viales, y a su vez, se enmarca en los objetivos globales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y su meta de cero accidentes al año 2050.
Asimismo, el PNSV es un documento muy completo, ya que el Gobierno Nacional invitó a más de 500 actores importantes para la consolidación del mismo. Participó, por ejemplo, la academia, los entes de control, los transportadores, entre otros, conformando mesas intersectoriales y regionales donde se logró robustecer un compilado de información relevante con el objetivo de desarrollar el plan.
Además, el documento respecto al PNSV 2011-2021 evidencia una gestión mucho más fortalecida y consolidada con los entes territoriales que permitió establecer ocho elementos y sectores de planificación. El primero tiene que ver con las vías seguras, que supone el desarrollo de infraestructuras seguras para todos los actores viales.
El segundo elemento está relacionado con los vehículos seguros, ya que Colombia ha tomado la decisión de postular ante el Senado de la República una propuesta para hacer parte del acuerdo de la ONU de 1958, con el propósito de normatizar que los automotores estén equipados con elementos mínimos de seguridad, enpacios marcados en estándares validados para uso seguro.
El tercer elemento se refiere a las velocidades seguras, considerando las diferencias existentes entre la rural y la urbana, donde los análisis de causalidad demarcan que este aspecto es uno de las causas más probables del evento vial. Una acción inmediata para lograr reducir la mortalidad y severidad vial.
El cuarto elemento tiene que ver con el comportamiento seguro de los actores viales, es decir, incentivar la cultura y educación al respecto. El quinto sector alude al cumplimiento de las normas de seguridad vial, lo cual supone un seguimiento y control en entes territoriales, así como dispositivos electrónicos que ayuden a la supervisión, pero también, el aumento de la penalización para aquellos que osen infringir las normas. El sexto enfoque es la atención integral de víctimas de siniestros viales, la cual debe ser oportuna y de calidad, siendo los entornos rurales y las rutas nacionales el foco crítico. El séptimo punto tiene que ver con el conocimiento para un eficiente tratamiento de la siniestralidad vial, es decir, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), el Observatorio Nacional de Seguridad Vial (ONSV) y los entes territoriales deben reportar información oportuna y verás para el análisis y la toma de decisiones.
En definitiva, se trata del mejor Plan Nacional de Seguridad Vial que ha tenido Colombia, lo cual genera optimismo en torno a la reducción de los siniestros viales en el país, pero sin duda, no obtendremos los resultados esperados si se queda en el papel y no se aterriza por cada uno de los entes territoriales.
Asimismo, el Gobierno Nacional de la mano con el Ministerio de Transporte, debe buscar la forma de mejorar las condiciones actuales del transporte público en todas las ciudades, ya que mejorar las condiciones de este factor tan importante ayudaría a optimizar la movilidad y por ende los accidentes viales.