El bloque costeño
Magnífica le pareció a la opinión pública y a nosotros como parte de ella, obviamente, la convocatoria que recientemente hizo el Alcalde Jaime Pumarejo de los alcaldes de las capitales costeñas en Barranquilla, para estudiar alternativas a la crisis social que se está formando con exigencias futuras impredecibles, por las desmesuradas alzas en los recibos de la energía en toda la región. Situación que se agravó cuando más esperanzas teníamos los costeños del Caribe de que la situación mejorara o las crisis desaparecieran después del nefasto período de la Electrificadora que por años nos sometió, literalmente, a la mayor de las torturas. Sin que estas miserias socioeconómicas que vivimos produjera siquiera un parpadeo de inquietud de los últimos presidentes de la república que tuvimos, no obstante nuestros reclamos permanentes. La verdad hay que decirla: Mendigamos atención veinte años y solo nos contestaban que Barranquilla y la Costa eran las novias de ellos. ¡Basura!
Esta convocatoria del doctor Pumare jo que capturó una buena representación además altamente positiva de los congresistas de las regiones vigentes y electas, fue muy bien recibida y se espera la vinculación aún más estrecha del sector privado, de la industria y el comercio, del área de servicios y la academia, de todas las fuerzas vivas de la región. Porque en nuestro ánimo como ciudadanos y como instituciones colectivas estamos ya convencidos de que estos abusos hay que detenerlos. No podemos seguir como víctimas quejosas meses tras meses sin que los gobiernos centrales atiendan nuestras peticiones con justicia. Estamos hartos, escribimos bien cimentada esta frase, estamos hasta la coronilla de promesas, palmaditas en la espalda y palabras incumplidas. El nuevo presidente, el gobierno que se posesiona el siete de agosto debe asumir rotundamente de forma prioritaria encontrar el sistema, el modo, la manera, la forma legal y efectiva de reducir las tarifas de energía en la Costa Caribe.
Este imperativo es tan urgente que el objetivo debe iniciarse a buscarlo inmediatamente. No podemos seguir pagando aquí los abusos que se sucedieron por Electricaribe ni los robos que se continúan descubriendo por los bandidos de siempre conectados fraudulentamente. Las dos empresas operadoras ahora tienen que tener sus reservas presupuestales y operacionales para acometer y enfrentar esas cargas que trasladan a sus usuarios. Es una injusticia total y no la permitiremos. Sr. alcalde Pumarejo, nuevamente converse con sus colegas y dígales que si es necesario en Barranquilla asumiremos un paro total cívico con una parálisis absoluta de la producción. Se acabó la tolerancia, se terminó el plazo de la decencia. No podemos responder por los brotes justificados, pero sorpresivos que tengan los ciudadanos en sus barrios acudiendo a la violencia. El desespero es intolerable y si no lo creen en Bogotá envíen una comisión que recorra las calles de nuestros municipios caribeños para que presencien cómo se les deja de dar comida a los niños en miles de hogares cada mes para poder ahorrar el pago del recibo de la energía. Esa es una forma de criminalidad, señores alcaldes, que estuvieron reunidos. El pueblo y sus dolencias están en sus manos. ¡Esperamos que hagan honor a sus jerarquías!