El Heraldo (Colombia)

CORTESÍA EN EXTINCIÓN

- POR CATALINA ROJANO

Esta semana vi en redes sociales un video que expresa cuán grande es la falta de aquello que casi no existe en la sociedad de hoy. Cortesía. Esa manifestac­ión de atención, respeto o afecto de una persona hacia otra es cada vez más escasa, aun cuando vivimos en un mundo que llamamos globalizad­o por la interconex­ión incesante en la que permanecem­os, la cual paradójica­mente nos acerca a lo que está lejos, mientras nos distancia cada vez más de lo que tenemos cerca.

El video que menciono es una muestra de ello. En él se ve cómo, aprovechan­do la pausa obligada de un semáforo en rojo, un conductor del SITP (Sistema Integrado de Transporte Público) en Bogotá se dirigió a los pasajeros para darles una breve pero sustancios­a lección de urbanidad.

«Nos falta cultura, ¿sí o no? Nos falta bastante cultura. De tres de la mañana a doce del día es “muy buenos días”; de doce del día a seis de la tarde es “muy buenas tardes”», dijo el hombre, evidenteme­nte cansado de que los usuarios del servicio des laran como seres inertes frente a él sin emitir ningún gesto de cordialida­d.

No hace falta leer el Manual de Carreño (1853) para ser amable. Tampoco instruirse en una escuela o universida­d para saber que saludar es uno de los actos de comunicaci­ón más elementale­s que existen. Menos, esperar que sean los otros los que se eduquen para saludarnos a nosotros, mientras seguimos pasando por encima de quien sea, tal vez porque juzgamos que dicha persona no merece el su ciente respeto como para saludarle. ¡Por Dios! Como humanos que somos, todos valemos exactament­e lo mismo. Y eso es algo que desde el más humilde servidor hasta quien esté posicionad­o en el más alto cargo nunca deben olvidar.

La categoría de homo sapiens no solo nos ubica dentro de una especie, sino también dentro de un saber ser desde la asertivida­d y la empatía. Nos hace falta darnos cuenta de que todo lo que hacemos es posible gracias al trabajo de personas que, en su mayoría, no conocemos. Nos hace falta usar más esta palabra sencilla pero poderosa: ‘gracias’. Nos hace falta comprender que así como no nacimos solos, tampoco vivimos de esa manera. Bien dijo John Donne en su poema Las campanas doblan por ti: «Ningún hombre es una isla entera por sí mismo. Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo».

No hace falta leer el Manual de Carreño para ser amable. Saludar es uno de los actos de comunicaci­ón más elementale­s que existen”.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia