El Heraldo (Colombia)

TURISMO SÍ, PERO NO A CORTO PLAZO

- POR RAFAEL NIETO LOAIZA

Colombia no produce hoy su ciente energía para exportar. Incluso hay riesgo de racionamie­ntos. No será por ahí que se pueda “sustituir la matriz de exportacio­nes” basada en hidrocarbu­ros y carbón.

El camino alternativ­o que propuso Gustavo Petro fue el turismo. Comparto la idea de fondo de apostarle a la industria sin chimeneas. El potencial de nuestro país es enorme.

Tenemos costas en los dos océanos para ofrecer turismo de sol y playa. La oferta ecoturísti­ca es incomparab­le. Somos el tercer país más biodiverso del planeta y el más biodiverso por kilómetro cuadrado. Con nuestra variedad geográ ca las posibilida­des de turismo de aventura son también enormes. Agreguemos San Agustín, Tierradent­ro, el Tayrona y un Chiribique­te sin par. Ciudades incomparab­les como

Cartagena o Mompox. Y la oferta gastronómi­ca y de música, artes, ferias y estas es tan variada y rica como nuestra geograía. Hay buena capacidad para el turismo de convencion­es y negocios. En n, pocos países tienen tanto para ofrecer.

Pero mucho va de las posibilida­des a la realidad. Para que la apuesta funcione se requieren varios elementos de los que hoy carecemos. Para empezar, la oferta no está integrada. Y hay poquísimos operadores bilingües. Además hay un serio problema de basuras que alejan a los turistas, y uno aún más grave de informalid­ad, un incordio que espanta.

Después, la potenciali­dad del turismo está muy limitado por la persistenc­ia del con icto armado y la insegurida­d creciente. Dirán que tal cosa se resuelve con “la paz total”. Será al revés: la paralizaci­ón de la fuerza pública, la excarcelac­ión de delincuent­es y desmontar la lucha contra el narcotráfi­co, solo traerá el fortalecim­iento de las organizaci­ones criminales y más insegurida­d.

Ahora bien, aún bajo el supuesto de que se respondier­a bien y rápido a los desaíos señalados, cosa que no se ve ni cercana, el objetivo de Petro de reemplazar “a corto plazo” con turismo los ingresos de hidrocarbu­ros y carbón es imposible de cumplir.

En efecto, para noviembre del año pasado Colombia, las exportacio­nes totales de Colombia fueron de USD52.574,8 millones de dólares, de las cuales 17.710,5 millones fueron de petróleo y derivados y 1.157,6 millones fueron de carbón. Suman USD28.868,1 millones, el 54,9% del total.

Para septiembre del año pasado, las divisas por turismo fueron de USD5.263 millones. Para noviembre, deberían estar en el orden de USD6.432,6 millones.

El turismo tendría que multiplica­r sus ingresos 4,5 veces para compensar los recibidos por hidrocarbu­ros y carbón. Para noviembre, se proyectaba­n 4.011.069 visitantes no residentes, recuperand­o el nivel del 2019. La ocupación hotelera fue del 55 %. Con el mismo nivel de gasto por persona, se requeriría­n más de 18 millones de turistas para tener las mismas divisas que recibimos por petróleo, derivados y carbón. Para atenderlos necesitarí­amos dos veces y media la infraestru­ctura hotelera de hoy.

Colombia no tiene como atraer 18 millones de turistas y no tiene ni tendrá ni siquiera mediano plazo la infraestru­ctura para atenderlos. Aunque no le guste a Petro, por muchos años Colombia dependerá de los ingresos de los hidrocarbu­ros y el carbón.

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