Los Magníficos: 40 años en el corazón de Barranquilla
La famosa serie ochentera cumplió cuatro décadas de la emisión de su primer episodio. Fans de este show en la ciudad la rememoran. está ligada al carnaval.
“Hace 10 años un tribunal militar condenó a prisión a un grupo de comandos por un crimen que no cometieron. Estos hombres escaparon del presidio y se ocultaron clandestinamente en Los Ángeles. Si alguien tiene un problema, necesita ayuda y pueda localizarlos, tal vez pueda contratar a Los Magníficos”.
Así, hace cuarenta años, daba inicio una de las series más icónicas de los años 80. Los Magníficos (The A-team, su título original) marcaron un hito en la televisión norteamericana, aún más en Latinoamérica y los países de habla hispana.
El 23 de enero de 1983 el mundo vio como las aventuras del variopinto grupo conformado por: El coronel John ‘Hannibal’ Smith, Faz, ‘Loco’ Murdock y Mario Baracus, llegó para adueñarse de los televisores.
un legado que perdura
La serie solamente estuvo al aire durante cinco temporadas, con un total de 97 episodios. Sin embargo, eso no hizo que con el correr del tiempo se ganara el cariño de los fanáticos, algo que ha perdurado hasta estos días.
Para Julio Lara Bonilla, crítico de cine y docente, el éxito de la serie corresponde a que “es uno de esos productos de alto rating creación de Stephen J. Cannell, que tenía altísimas respuestas en las audiencias norteamericanas, muchos productos suyos fueron muy populares”.
Asimismo, indicó que “en medio de todo tenían la creatividad de resolver picarescas aventuras con un equipo de personajes pintorescos y un casting importante. Empezando con George Peppard, que ya tenía una trayectoria memorable en cine, siguiendo con Mr. T, que gana amplia popularidad. El persoprevalece naje de Dirk Benedict que respondía a las pretensiones de un público femenino pero agradaba a los hombres y el personaje de Dwight Schultz es recordado por sus ocurrencias y su amistad con Mario Baracus era motivo de comedia con diferentes circunstancias”.
Por otro lado, el crítico de cine sostuvo que “fue un producto que estaba pensado para tener una respuesta positiva”. Y una de las respuestas más satisfactorias que encontró fue en los países de habla hispana.
“En el público latino caló. Fue oportunamente doblada al español latino, marcó unos niveles muy recordables”, finalizó Lara.
Fanáticos en Barranquilla
Esta serie ha dejado una marca en la ciudad de Barranquilla que hasta la actualidad. Lo que significó para generaciones de barranquilleros es indescriptible.
Alberto Soto, de 58 años, recuerda cuando veía la serie a sus 20 años. “Era una serie que entretenía porque era muy variada respecto a su contenido. Mezclaba la parte de la aventura y metía la parte graciosa. Era muy interesante. No me la perdía, cada episodio traía una aventura nueva”.
Soto comentó que la serie marcó a una generación y aún rememora cuando “la veía los sábados en la mañana, a eso de las 11. A veces hasta almorzaba viendo la serie. De los personajes que más me gustaba verlo actuar era ‘Loco’ Murdock, por su manera de ser, era muy extrovertido”.
Por su parte, Boris Flores fanático empedernido de este show, indicó a esta Casa Editorial: “Yo vivía en el barrio La Victoria y en mi casa había televisor y ahí llegaban todos mis amigos y comenzaron a presentar Los Magníficos. Decían que era violenta y no había muertos. Era todos los sábados, eso captó nuestro interés porque era increíble, muy bacana, eran unos justicieros”.
Flores también comentó que “la serie la veía con un vecino que murió, Marco Varela. En la esquina vivía Felipe Salcedo y a la vuelta de mi casa vivía Álvaro Ariza y mis hermanos pequeños, nos reuníamos en mi casa. Llevaba un mensaje de justicia, era chévere. Los sábados no nos perdíamos ningún capítulo”.
Una de las anécdotas que recuerda sobre esa época de juventud, era que con sus amigos de la cuadra jugaban a ser este grupo de justicieros. “Por mi casa había un muchacho, William Guzmán, que le encontramos parecido con Baracus. Mientras jugábamos lo teníamos amarrado y sacó una cuchilla de los dientes y nos molestamos con él. Le dijimos que era algo fingido”, concluyó Flórez aun emocionado por la efeméride que suscitó una celebración global.