FANATISMO NACIONAL CIEGO
Estamos viviendo épocas de fanatismo de adeptos por las ideas de derecha y por la izquierda. Entre ambos adeptos fanáticos predominan los radicales de inseguridad, inmadurez, carencia de identidad y dependencia emocional o bien rasgos narcisistas, psicopáticos con alta impulsividad y búsqueda de emociones fuertes o paranoides en sujetos fanatizados secundariamente. Autores psicosociales caracterizan la personalidad fanática por:
Autoimagen: combativa.
La mayoría de los sujetos fanáticos se muestran egosintónicos y se ven a sí mismos como personas asertivas, arrogantes, altaneras, enérgicas y autoconfiadas, pero sinceros, fuertes y realistas y prefieren dar una imagen de dureza, falta de sentimientos, belicosa dominante y orientada al poder, coincidiendo con las personalidades sádicas.
Estilo cognitivo: dogmático y dicotómico. Su rigidez y obstinación hacen que estos sujetos tiendan a mantener de forma pertinaz sus prejuicios y son incapaces de cambiar de opinión, mostrándose intransigentes con puntos de vista disidentes. Se muestran intolerantes, en especial con grupos sociales, étnicos o raciales, característica que comparten con los sádicos. No son capaces de percibir los distintos matices de la realidad compleja, encontrando solo, con una visión dicotómica, los extremos opuestos de esta.
Comportamiento observable: suspicaz/explosivo. Se comportan como los paranoides, con suspicacia extrema, con desconfianza hacia las intenciones de los demás que le hacen presentar actitudes defensivas y hostiles frente al mundo. Preocupados por conspiraciones, consideran al extraño como el depositario de todos los males propios.
Comportamiento interpersonal: extrapunitivo/sumiso. Su actividad está orientada hacia el poder, ejerciéndolo de forma despótica sobre sus subordinados o sobre las personas que consideran débiles. A la vez, se sienten fascinados por quien detenta el poder y la autoridad y adoptan, según describió E. Fromm para el carácter autoritario sadomasoquista, una actitud sumisa ante ellos o ante cualquier poder que consideren superior.
Estado de ánimo/temperamento: irascibilidad. Las personas fanáticas son normalmente irascibles, fácilmente irritables al ser contrariados sus postulados, no siendo infrecuente la hostilidad hacia los que no piensan como ellas. No comparten verdaderos sentimientos con los demás, tan solo empatizan con sus correligionarios en los dogmas y creencias que les unen.
Organización morfológica: fragilidad del yo. Poseen, como asegura Alonso Fernández, un “yo” muy débil, con un “superyo” muy rígido e inflexible en lo tocante a velar por los ideales del yo, aunque se desentiende de las inhibiciones morales, de los intereses altruistas y de las reacciones de culpabilidad.
Las personas fanáticas son normalmente irascibles, fácilmente irritables al ser contrariados sus postulados”.