“Soy una luchadora incansable de los derechos de las comunidades”
EL HERALDO conversó con Selvia Laserna, una trabajadora social apasionada por ayudar a distintas comunidades de Barranquilla y La Guajira, logrando la transformación social y económica de las mismas.
Ciertamente, el trabajo social es una ocupación que busca el bienestar, la justicia social y la igualdad. Una labor que sin duda alguna se ve plasmada en las acciones que Selvia Laserna perpetúa día a día en los proyectos que desarrolla, demostrando ser una mujer con ganas de transformar las comunidades. Su liderazgo se siente especialmente donde existe la escasez de recursos económicos y las comodidades básicas que necesita el ser humano para vivir dignamente.
Laserna trabajó en la Cruz Roja Colombiana y la Comisión Europea como directora departamental de proyectos de final del río, en la Corporación Día Del Niño en Manaure, La Guajira, como coordinadora de proyectos de vulnerabilidad con niños wayuu, en el Cari Mental, donde aprendió que las personas adictas no son delincuentes, sino jóvenes con problemas mentales.
Además pasó por el Hospital Metropolitano, donde siempre se inclinó por el trabajo comunitario, y trabajó en el proyecto Las Gardenias del cual se enamoró, por lo que hoy sigue siendo parte del mismo, pero realizando su trabajo de manera gratuita.
EL HERALDO dialogó con esta mujer que narró las historias y aprendizajes que lleva en su maleta, los lugares en los que ha estado a lo largo de sus años como trabajadora social, las situaciones más complejas por las que ha tenido que atravesar, y esas comunidades con las que se ha identificado.
Laserna se considera una mujer llena de valores y amante a ayudar a las personas que más lo necesitan. Tiene la fiel creencia de que los seres humanos tienen derecho a transformar sus vidas y que las comunidades en las que ella realizar su labor social, a pesar de ser mal vistas por muchos en Barranquilla y La Guajira, asegura que hay excelentes personas que merecen ser escuchadas y auxiliadas por aquellos que tienen la capacidad de aportar a la transformación y mejoramiento social de dichas comunidades.
“Soy una mujer humilde, llena de muchos valores y respeto hacia los demás, soy trabajadora y luchadora por los derechos de los seres humanos, he realizado trabajo social de forma gratuita por el amor que le guardo a las comunidades. Las personas me recuerdan con mucho amor por las viviendas que regalaba el Gobierno, pero yo era quien brindaba toda la asesoría que las personas necesitaban”, dijo.
No todo es color de rosa
Muchas de las personas que se dedican a esta labor, no cuentan con el apoyo económico suficiente para llevar a cabo las ideas de emprendimiento. Laserna afirmó que en varias ocasiones los proyectos eran costeados por ella, y que eso la llenaba de satisfacción, porque aunque fuera poco, lo hacía de corazón.
“Con la red de mujeres de Las Gardenias hice un proyecto en el conjunto 2, yo trabajaba en otro lado y los viernes en la noche, llevaba a amigas psicólogas, terapeutas ocupacionales, para que les enseñaran a hacer bisutería, hacíamos emprendimientos de deditos y bollo, todo los materiales e ingredientes que se utilizaban, yo los donaba. Aunque siguiera trabajando con otras empresas, nunca dejé de hacerlo con ellas, y todas las navidades desde que llegué a Las Gardenias, llevo regalos a un grupo seleccionado de personas que realmente tienen muchas necesidades, porque aunque quisiera darles a todos no podría. Lamentablemente en muchas ocasiones me han amenazado, porque nosotros los que estamos en la rama social – filosófica, somos perseguidos porque siempre vamos a decir la verdad de las cosas”, agregó.
“Nací para servir”
Las Gardenias es un proyecto de vivienda considerado por muchos como una “zona roja” en Barranquilla; sin embargo, Laserna defiende a esta comunidad y dice que hay personas con excelentes valores, y que ella siempre ayudará a quienes lo necesiten. Entre lágrimas y la voz quebrada, contó que ella siempre le servirá a esa y a otras comunidades, aunque otros no le tengan fe.
“Yo me siento parte de la comunidad, a veces cuando hablan o dicen algo negativo de Las Gardenias me voy a la pelea con la gente y les digo: ‘No, aquí hay gente buena, tienen una estigmatización negativa hacia ellos, y en estos momentos les estoy dando mi trabajo porque lo hago con todo el amor y el cariño del mundo, ellos están contentos porque estoy siempre pendiente de lo que necesiten, y en toda mi vida, no he deja de tener ese sentido social”, dijo.
Nuevos proyectos
Tras haber ejecutado con éxito algunos proyectos, Laserna seguirá realizando algunas actividades con amigos que también le apuestan a la idea de ayudar al prójimo. Para este año la planeación es en la Alta Guajira, donde llevarán a las niñas ropa interior y toallas, ya que no cuentan con el servicio de acueducto y los recursos económicos para comprar ropa.
“Vamos a hacer una campaña, donde las emisoras, los empresarios y los amigos que tengan las condiciones económicas, aporten un granito de arena para que este nuevo proyecto sea posible, lo que quiero es ser transparente en todo lo que se vaya a entregar, mis amigas de la Cruz Roja, muchas veces hacen donaciones de prendas y cada vez que las voy a entregar, tomo fotos y hago videos, porque pienso que eso es esencial”.
Junto a su amigo Álex Florean tiene un proyecto que se llama ‘Brotes germinados’ en Las Gardenias; ahí están personas campesinas, mujeres cabezas de hogar y señoras de la tercera edad. “Esperamos que sigan saliendo más proyectos”.