LA MUSA ELEGIDA
Ayer la vi y no pudo escapar mi atención. Sin proponérselo concentró mis sentidos en cada palabra, gesto y expresión de su cuerpo. Habla con los ojos, las manos, el cabello, las cejas y la audición: Al oírte sientes su eco, porque repites sus pensamientos después de escucharle: Es esa mujer, la expresión grá ca de todas las musas.
Su rostro es la locución más versátil de la inspiración. Sabe combinar el atuendo de la alegría en la gala de la nostalgia, sonriéndole a la vida en los episodios oscuros de la historia reescrita cada segundo. Posee el talento natural ideado para provocar, in uir, seducir, convencer, liderar, disuadir, animar y estimular a quienes sienten que se ha perdido la esperanza.
Su voz alcanza el tono ajustado al momento preciso. Es fuerte en la exhibición del carácter, tierna en la ocasión del duelo, prudente al asumir riesgos, virtuosa en la escena temeraria de la felicidad, elegante para controvertir las ideas desfavorables a los proyectos, proponiendo el argumento conciliador en el momento de la disputa, el con icto y las tensiones.
Es la expresión anatómica del ideal. Su estampa deja huella a su paso. La belleza alcanza la esfera soñada: Hermosa en la infancia, segura en la adolescencia, decidida en la madurez y sabia en la ancianidad. Cada etapa de su vida confirma el principio universal de la estética: Vuelve objetiva la superficialidad de la apariencia mostrando su personalidad. Posee el temperamento descriptor de la inteligencia emocional.
No se irrita ante las críticas de contradictores indecentes confundiendo la tolerancia con la ausencia de respeto. La burla es el arma utilizada para vencer sus propias limitaciones al reírse de sus errores, sin menoscabar el potencial de los miembros de su comunidad: Es novia escogida, esposa magistral, madre admirable, jefa soñada, compañera favorita, amiga irremplazable, hija notable, hermana delicada, tía insuperable y abuela abnegada. Su lazo perfecto es una cuerda tejida con la hebra inmortal del amor.
Sabe socorrer a los vulnerables, aunque sean más fuertes que ella. No le teme al olvido ni se inmuta con la ingratitud. Avanza en medio de las trampas y los obstáculos de las exclusiones, inequidades, humillaciones, violencia y los feminicidios. Aprendió a ganarles la batalla a la ansiedad, la depresión y el dolor. Su galardón es la satisfacción del deber generador de utilidad: La ganancia es consecuencia de la responsabilidad.
Fuiste designada por el destino para regir tus decisiones. No eres perfecta, pero no serás destruida: ¡Tú eres la musa elegida!
¡Feliz Día Internacional de la Mujer!