MIGUEL BORJA, RECARGADO
De la selva un solo rey, el león; del área un solo rey, el goleador. Esta es una vieja frase que quiere decirnos que el goleador prefiere no compartir su hábitat. Él quiere ser el dueño de la definición, ser el que transforma el trámite en cifras. Es lo que lo energiza, le masajea el ego, lo desafía.
Le está ocurriendo hoy a Miguel Borja en River Plate. La temporada anterior tenía que disputar y algunas veces compartir el frente de ataque con el venezolano Rondón y no desplegó todo lo que se esperaba de él, no fue titular indiscutible.
En 2024, en lo que va del torneo, tiene a Borja como el máximo goleador, teniendo más goles que partidos jugados. Es el ‘9’ más reconocido y exaltado en un fútbol tan competitivo y difícil como el argentino. Sorprendería mucho que no fuese convocado a la Selección para los dos próximos partidos preparatorios a finales de este mes. Y, en mi opinión, no solo para ser parte de la lista, sino con sólidos argumentos para ser titular.
El más poderoso y evidente es su actualidad goleadora, que no es solo una inédita racha, sino una ratificación de su genuina y constante condición de goleador, que acaba de superar la cifra de 200 goles en su periplo profesional.
En la Selección no abundan los especialistas del gol, los centrodelanteros con alta efectividad. El preferido por el DT Néstor Lorenzo ha sido Rafael Santos Borré, que respalda esa confianza, tal vez por otros aportes (entre esos cederle la zona central a James para reducirle las tareas defensivas) y no necesariamente por su frecuencia goleadora.
Los amistosos no dan puntos, dan oportunidades para entrenar la idea táctica, para ver y probar alguna variante. Y, cómo no, para intentar acoplar al mejor goleador con el que se cuenta hoy con el funcionamiento del equipo.