Triunfo con espectáculo
Junior ganó 3-1 y deleitó a sus hinchas ante Jaguares, anoche en el Metropolitano. Caicedo, Bacca y Chará anotaron los goles.
El marcador es mentiroso. El 3-1 no refleja fielmente la enorme superioridad y el vistoso fútbol que Junior impuso sobre Jaguares en la mayor parte del juego de anoche en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, en la jornada 12 de la Liga.
Los rojiblancos fueron amplios dominadores del compromiso y pudieron haber terminado ganando por una ventaja más abultada con un poco de más de puntería y sin las intervenciones salvadoras del arquero Jhon Figueroa, que estuvo algo comprometido en el tanto inicial de Déiber Caicedo.
Carlos Bacca y Yimmi Chará anotaron los otros dos tantos del valioso triunfo. Leonardo Escorcia, con un misil que se le fue lentamente entre las piernas a Santiago Mele, puso en duda la victoria de Junior por unos minutos, más que todo por la estrechez del resultado.
El Tiburón salió a tragarse vivo a su adversario. Una presión asfixiante y un ataque constante, rápido, preciso y armonioso desde todos los flancos, sometieron a los felinos durante gran parte de la etapa inicial, especialmente en los primeros 15 minutos y en los 15 finales.
Junior fue incesante cuando desplegó su ofensiva, y no terminó con más goles por la falta de eficacia de sus hombres. Carlos Bacca contó con varias situaciones a las que no pudo darle un final feliz.
Sin embargo, más allá de que no se reflejó en el marcador, había una notable superioridad. Fuentes, que evidenció una vez más que merece un llamado a la selección Colombia, se juntaba con todos para hilvanar acciones de peligro desde la izquierda, pero sus principales socios fueron Caicedo e Hinojoza, con quien tuvo varias tocatas de lujo.
En una de sus incursiones, mandó un centro que Jhon Figueroa rechazó cándidamente con sus manos, el rebote le quedó servido a Caicedo y el extremo no falló. Balazo acomodado que perforó la resistencia visitante.
Junior liberó buen fútbol en todas sus líneas con individualidades sobresalientes como Hinojoza. El volante samario, a quien Julio Comesaña en esta semana le pidió más movilidad y vigor, estuvo activo y protagonista todo el primer tiempo, mostrándose, juntándose, profundizando y apoyando también en la recuperación.
Le puso la dinámica que se le pide y el talento que le brota de su pie izquierdo. Fue protagonista permanente de la elaboración y llegadas del equipo. Casi marca gol olímpico, de tiro libre y hasta de media volea. Además metió un par de pases-gol a Bacca.
Pero no era solo Hinojoza, todos los circuitos estaban conectados. Enamorado por derecha, Caicedo, Cantillo con sus cambios de frente, Hómer con su respaldo y buena entrega, Olivera y Peña con su firmeza y atención. Desde Santiago Mele hasta los atacantes. No hubo respiro para el joven cancerbero Figueroa.
Junior solo quedó en deuda con más goles ante un rival impotente en el lapso de mayor dominio local.
Hubo una franja de tiempo en la que los dirigidos por Hubert Bodhert reaccionaron, apretaron la salida de Junior y generaron algunas escaramuzas que no pasaron a mayores.
En el periodo complementario la dictadura a punta de toque, gambetas y amagues se mantuvo. Herrera lanzó un pasesote largo a Fuentes. El lateral, que las piensa todas antes de pasarla, la cedió de primera y le dijo a Bacca: métela. El porteño, ni corto ni perezoso, convirtió. Gol que hacía justicia a tanto dominio.
Y Enamorado casi le pone la cereza al pastel anotando un gol ‘maradoniano’, que resultó desviado por pocos centímetros.
Junior solo titubeó tras la anotación visitante, en un descuido de Mele. La salida de Cantillo restó manejo, seguridad y profundidad. El triunfo, que parecía garantizado, entró en veremos porque solo había un tanto de distancia.
Mele se reivindicó ahogando el grito de gol ante un remate de larga distancia, Arturo Reyes refrescó su equipo y Chará le puso la lápida al partido en el minuto 90 recuperando un balón en área rival.
Un 3-1 que ya es más justo y menos alejado a lo que se vio en el trámite del juego. La verdad es que fue un triunfo con espectáculo.