Dudas genera propuesta de Petro de un proceso constituyente de “movilización”
El jefe de Estado plantea a las fuerzas populares “decidir” sobre 8 puntos propuestos ⬤ El presidente del Congreso dice que se trata de “caminos ⬤ Sectores políticos hablan de estrategia electoral.
Inquietud y confusión ha causado en distintos sectores políticos, ciudadanos y de opinión la modulación que hizo el presidente Gustavo Petro de la propuesta hecha el pasado viernes y que, en un principio, se pensó que se refería a una asamblea constituyente tal y como el mecanismo que se usó para promulgar la Constitución de 1991, pero ahora el mandatario ha hablado de una convocatoria popular que no necesariamente cambiaría la Carta Magna.
Desde sus redes sociales, el jefe de Estado escribió al respecto: “El proceso constituyente convocado no es ni para cambiar la Constitución del 91, ni para perpetuarme en el poder. En las más de tres décadas que han pasado desde 1991, los poderes constituidos por el constituyente del 91 no han podido resolver varios problemas fundamentales que detienen a la sociedad colombiana y por eso debe el constituyente, es decir el pueblo, entrar a resolverlos”.
Añadió en este sentido que “mientras no se aplicaba la Constitución del 91 en estas tres décadas, los poderes constituidos fueron penetrados por un régimen de corrupción impune y de facto y por una gobernanza paramilitar que reemplazó el estado social de derecho y asesinó a más de 100.000 colombianos. En vez de aplicar la Constitución de 1991, el régimen de corrupción asesinó a más de 100.000 colombianos para concentrar sanguinariamente la riqueza”.
Los ocho puntos
Propuso entonces para que “se discutan en este proceso constituyente” ocho puntos.
El primero, se lee, es el cumplimiento del acuerdo de paz que supone una reforma agraria, la inclusión del terrritorio y la población abiertamente excluida, y la verdad como eje de la justicia. “El Estado incumplió el acuerdo de paz y la sociedad debe hacerlo cumplir”, señaló Petro.
El segundo, garantizar en el corto plazo las condiciones básicas de existencia a toda la población colombiana: agua potable, salud y renta para la población más vieja: “En los ultimos 30 años la inversión pública se concentró en los sectores y los sitios más pudientes contrario a lo ordenado por la Constitución”.
El tercero, recuperar los objetivos de la Constitución del 91, contrarreformados, en materia de priorizar la educación pública y la reforma agraria.
El cuarto, constitucionalizar la lucha contra el cambio climático y la descarbonización de la economía
Quinto, garantizar que la política monetaria, manteniendo la independencia del Banco de la República, priorice el empleo y la producción.
Seis, “cumplir la orden de la Constitución de hacer un reordenamiento territorial que los poderes constituidos, léase el Congreso, no cumplieron porque su base electoral depende es del actual ordenamiento territorial que es el de la Constitución de 1886”.
Sostuvo al respecto Petro que el ordenamiento territorial es imperativo hacerlo alrededor del agua como criterio estructurante, “proponemos garantizar
la región autonómica, pero con un fuerte proceso de inclusión con los territorios olvidados que compense la actual y aberrante desigualdad territorial”.
El séptimo, separar la política de la nanciación privada.
Y el octavo, escribió, “durante estos 30 años la justicia se reformó para construir un sistema de justicia basado en la venganza punitivista y politizada que terminó encubriendo los grandes crímenes y se alejó de la ciudadanía”.
El pueblo, dijo, “está convocado por la Presidencia de la República a expresarse, a decidir. Para ello proponemos la constitución de coordinadoras municipales de fuerzas populares que desaten la organización y la movilización general de la ciudadanía”.
Retan a Petro en el Congreso
En el espacio de constancias este lunes en la plenaria del Senado intervino el presidente de dicha corporación, Iván Name, de la Alianza Verde, quien retó a Petro a llevar su propuesta de una constituyente al Congreso.
“Yo creo que es de suma gravedad que el señor presidente de Colombia literalmente habló de un golpe de mano institucional. (...) No tengo más remedio que responder con rmeza que este no es un Congreso genuflexo y que no está dispuesto a aceptar que del presidente de la República provenga una amenaza a la democracia y al Congreso de la República”, dijo.
Añadió en este sentido ante el pleno que se trata de una “amenaza a la democracia” porque “desconocer la institucionalidad es ir contra ella, y al Congreso, porque ha sido muy claro el señor presidente al plantear una asamblea constituyente por la vía de los cabildos y no por la vía de la Constitución”.
“Traiga aquí señor presidente la ley que convoca la asamblea constituyente. No se busque caminos de facto, no se invente caminos que no aceptamos, no envilezca la democracia”, cuestionó.
Y concluyó: “Las armas de nuestras fuerzas son de la nación, no de un gobierno, por si acaso están pensando en el ruido de los sables, por si acaso están pensando en la culata militar”.
Reacciones
Los expresidentes iberoamericanos que hacen parte del Grupo Libertad y Democracia manifestaron este lunes su preocupación por la propuesta que hizo el mandatario colombiano.
“Los miembros del Grupo Libertad y Democracia manifestamos nuestra preocupación ante las recientes declaraciones del presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien ha propuesto la convocatoria de una asamblea nacional constituyente", a rmaron los expresidentes en un comunicado.
El documento está firmado, entre otros, por el expresidente del gobierno español Mariano Rajoy y los exmandatarios Felipe Calderón y Vicente Fox (México); Iván Duque (Colombia), Guillermo Lasso, Jamil Mahuad y Osvaldo Hurtado (Ecuador), y Mauricio Macri (Argentina).
Entre tanto, el expresidente Ernesto Samper, cercano a Petro, se mostró en desacuerdo: “No comparto la iniciativa de la constituyente porque tengo temor de que suceda lo mismo que en Chile, donde se revolvieron los tiempos políticos con los constitucionales y la carta aprobada por los sectores sociales terminó siendo sustituida por una nueva constituyente de derecha que refrendó la vigencia de la Constitución de Pinochet”.
Por su parte, la ex vicepresidenta Marta Lucía Ramírez escribió en X: “Sabemos que las probabilidades de constituyente por vías institucionales son remotas. La pregunta es hasta dónde está dispuesto a llegar el presidente para imponer sus reformas y su visión miope del país. Ya vimos que fue capaz de convocar a las calles a destruir para elegirse”.
El senador por la Coalición de la Esperanza, Humberto De la Calle, representante estatal en la constituyente del 91, dijo en la emisora Blu Radio que lo que busca el primer mandatario es “ponerse en el partidor para que el Pacto Histórico sea elegido en 2026. La constituyente es la bandera. Es la forma de reciclar el cambio fracasado y darle una nueva envoltura con el ámbito de decir ‘la oligarquía no me dejó’ o ‘el Congreso no me dejó’”.
Y el senador David Luna, de Cambio Radical, opinó que “hay que poner los pies en la tierra y entender que cuando se gobierna, se debe respetar el mandato de los ciudadanos, no intentar perpetuarse en el poder. Hay que poner los pies en la tierra para ejecutar y no para intentar distraer”.
“Propongo constituir coordinadoras municipales de fuerzas populares”.
“Plantea una constituyente por vía de cabildos y no de la Constitución”.
“Lo que busca es ponerse en el partidor para que el Pacto Histórico sea elegido en el 2026”.
“Tengo miedo de que suceda lo que en Chile, que la derecha refrendó la Constitución de
“Como esta Constitución no le sirve, hay que cambiarla: no, lo que necesita es gobernar”.