Tita Cepeda, una guardiana de la cultura del Caribe Al lado de dos grandes
La escritora y gestora cultural fue condecorada con la medalla Roble Amarillo de la Universidad del Norte por sus aportes a la difusión y preservación de la obra de Álvaro Cepeda Samudio.
Con la sonrisa que siempre la ha caracterizado y con una voz temblorosa pero agradecida, la escritora, periodista y gestora cultural Teresa Manotas, conocida principalmente como Tita Cepeda, recibió en la mañana de este viernes la medalla Roble Amarillo por parte de la Universidad del Norte.
Esta le fue colgada por sus aportes a la difusión y preservación de la cultura del Caribe y de la obra del amor de su vida el magistral Álvaro Cepeda Samudio.
Y es que si hay alguien que haya sido pilar fundamental de la difusión del audiovisual del Caribe es ella, quien en 1986 fundó en 1986, junto a Jaime Abello, la ya clásica Cinemateca del Caribe.
Por ello, en el marco de la Cátedra Álvaro Cepeda Samudio, que culminó su cuarta edición, se decidió hacer este reconocimiento a esta valiosa mujer de la cultura. Porque si el legado de ‘El Nene’ sigue vivo es en gran parte por ella.
Allí, en el Salón Alejandro Obregón como un guiño del destino, fue condecorada con la Medalla Roble Amarillo, que se entrega por sus significativos logros por la cultura del Caribe.
En su discurso, a sus ya 94 años, leído con total claridad y visiblemente emocionada, Tita dijo: “Es una forma de agradecimiento todos estos homenajes. Algunos se preguntarán: ‘¿qué estoy haciendo aquí en este auditorio tan bonito, tan brillante?’, quiero dar las gracias y recordar a mi padre que me enseñó a leer, Rafael Manotas, y a mi madre que permitió leer lo que mi padre me entregaba y a mis hijos Patricia Cepeda y Álvaro Pablo Cepeda, todos ya flotando en la dimensión desconocida”.
De igual forma, comentó que ella se siente como un juguete del destino, pues tuvo la fortuna de crecer al pie de Alejandro Obregón y de Álvaro Cepeda, seres sobrenaturales quienes le enseñaron el sentido de las palabras y el sentido de los colores.
“De Álvaro no se puede hablar, sin hablar de periodismo. Él fue director del Diario del Caribe y publicó tres libros, dos de cuentos y una novela, La Casa Grande. Dicen los libreros que el más popular es La Casa Grande y quiero invitarlos a entrar en esta casa donde vive mucha gente y sin embargo no hay nadie”.
En realidad Álvaro lo que hizo fue una síntesis de su visión de los hechos, la tradición oral y las notas que llegan a través de la historia política colombiana.
“Los personajes no tienen nombre propio, se llaman los soldados: el padre, la hermana, ¿qué quiere decir esto? Creo yo, y algunos expertos están de acuerdo conmigo, que Álvaro quiere resaltar el anonimato en que viven las víctimas”.
Por otro lado, Toni Celia, director de Arte y Cultura de Uninorte, dijo que haciendo un repaso por todas las mujeres líderes que ha tenido la ciudad y el Caribe, Tita Cepeda ha sido un modelo a seguir que ha hecho tanto por el Caribe.
‘Los cuentos de Juana’
Como preámbulo al homenaje a Tita Cepeda, se hizo el lanzamiento de la reedición de Los cuentos de Juana, la última gran obra de Álvaro Cepeda Samudio.
Para hacer en lanzamiento estas”, tuvieron presentes Fabián Buelvas, escritor y editor de la Editorial Uninorte; Sara Martínez, escritora y Marco Mojica, artista plástico, quienes dialogaron con Alexandra Vives sobre esta edición y la trasgresora obra de ‘El Nene’ en este texto.
“Es un proyecto de la editorial desde 2021 y se trabajó muy pausadamente porque se hicieron varias cosas. Primero el levante de los textos, el levante de las imágenes y luego las partes técnicas de la consecución del papel, la tipografía de algo que estuvo también muy atenta y cercana Tita, que estuvo siempre ahí, en todas las versiones, en todas las maqueexplicó Fabián Buelvas.
De igual forma, comentó que el libro está impreso en litografía, pues se intentó imprimir como se hizo hace 52 años por lo que más que modernizar el libro, lo que intentaron fue ajustarse al texto original, a la tipografía original. “El libro original tiene una irregularidad incluso que intentamos conservar, el número 8, en la paginación, el número 8 está al revés y así lo dejamos”.
Por su parte, la escritora Sara Martínez precisó que “es un escrito difícil de clasificar porque es una obra total. Tenemos una parte que podría ser narrativa pero también parece que nos mete en un mediometraje. Tenemos películas, la frescura de la calle, la trasgresión. Es una obra que abarca muchas obras y que recurre a lo visual para completarse”.
Mientras que Marco Mojica estuvo a cargo de las ilustraciones, pues la obra se puede entender como una obra colectiva junto con el magistral pintor Alejandro Obregón.
“Yo creo que Cepeda y Obregón se parecen mucho en cuanto a personalidad. No es gratuito que empiece el libro con un diálogo de los dos, que es transgresor. Es un libro muy experimental como lo era el Grupo de Barranquilla, porque si vemos a obra de Obregón también es trasgresora”.