MUDANZA DE TRADICIONES
Las tradiciones son tan fuertes como lo son nuestras convicciones. Son los seguros garantes de la integridad. Sin tradiciones es imposible hablar de conocimiento. Todo sería el ritmo propio del baile de la improvisación.
Las medidas desesperadas para superar las crisis de nuestro tiempo requieren esfuerzos mayores a la egolatría de quien quiere asumir los créditos de lo impensable. Lo inimaginable domina la realidad en la locura del protagonismo.
El dilema de la innovación es la conservación. La renovación parte del estado actual de las cosas. Intentar mejorar la situación sin considerar los logros, avances, progresos y evolución es iniciar el peligro de la destrucción. No debemos temerle a la actualización de las formas como entendemos la realidad, pero hacerlo con afán constituye un alto riesgo.
Nadie se ve igual al despertar que al prepararse para dormir. Durante el día nuestro aspecto se modifica sin alterar los rasgos esenciales de nuestra apariencia. Esos cambios pueden explicar por qué el humor, el temperamento, el carácter y la personalidad suelen ser tan volátiles como el estado del tiempo, la marea, el viento o los sonidos de la noche.
Los principios son los protocolos de la cultura. Las herramientas eficaces para encontrar el manual de instrucciones de la vida social. Dibujan el mapa conceptual de la identidad aportando la imagen y la naturaleza de las relaciones entre las personas. Muestran cómo se tratan unos a otros y cómo sostienen sus contactos, con sus bienes, objetos, valores, criterios y lenguajes.
Mudar los principios significa ir más allá del vecindario alcanzando nuevas formas de entender la vida. El tiempo alcanza en la imposibilidad una mutación entre la cronología del presente y la historiografía del futuro. Es la dinámica permanente de la variación, bajo la inestabilidad de la ausencia de fundamentos sólidos.
Invocar el significado de nuestras convicciones demanda un ejercicio permanente de introspección. Conocerse a sí mismo facilita la comprensión del contexto. Es aproximarnos a aprovechar de la mejor manera las bondades de nuestro entorno. Si somos, es porque algunos antes de nosotros fueron y muy probablemente otros serán. ¿Quieres mejorar el contexto? ¿Influir positivamente la sociedad, el país y la nación? Ponerles nuevos nombres a las bestias no las convierte en seres diferentes. Si se modifica el sustantivo difícilmente se alterarán las cualidades del verbo. Los nominalismos son formas recurrentes del reformismo.
Se debe considerar el poder de la renovación. No insistas más en la mudanza de tradiciones.