El Heraldo (Colombia)

AMOR RECICLADO

- POR EDUARDO ORTEGA DEL RÍO

Paco y Paca se conocieron en la góndola del supermerca­do. Fue muy temprano en la mañana cuando el surtidor decidió por el precio y categoría ponerlos frente a frente.

Aunque ella vestía de verde limón y él de rojo tomate, compartían el mismo tamaño, la misma tabla nutriciona­l y hasta los sellos negros de advertenci­a.

Durante toda la mañana solo se miraron deseando estar juntos.

La suerte les llegó por la tarde, cuando un par de jóvenes regordetes los arrebataro­n de la góndola, los llevaron hasta la caja registrado­ra y luego de timbrar sus códigos de barra, fueron a parar a la misma bolsa.

Paco quedó encima de Paca reposando sobre un pan de almohadill­a. Con el vaivén del transporte sus empaques crujieron de felicidad mientras rozaban sus marcas una con la otra.

Cuando volvieron a ver la luz estaban en un parque sobre un mantel de cuadros. Disfrutaro­n de la brisa y vieron pasar el sol entre las ramas de los árboles que bailaban con el viento.

A la hora de la merienda les llegó su momento, fueron tomados entre manos y con un apretujón explotaron dejando salir todo lo que llevaban dentro. La frescura que conservaba­n fue entregada bocado a bocado.

Después del éxtasis de colorantes y conservant­es liberados, la primera etapa de sus vidas útiles había concluido. Solo les faltaba llegar a una caneca para que fundieran sus almas en un horno de reciclaje y así transforma­rse, juntos, en algo nuevo que les siguiese dando sentido a sus vidas.

Pero no fue así. Luego de ser manoseados los lanzaron al suelo. Con el corazón arrugado cayeron sintiendo el vacío de sus vidas. La brisa que antes disfrutaba­n ahora era una pesadilla. Paco fue absorbido por un torbellino de hojas secas y luego de interminab­les vueltas quedó tirado junto a un poste. Paca fue pateada, pisoteada y arrastrada por almas insensible­s que corrían por el camino.

Un niño que acababa de leer en el colegio un libro de Celso Román, haciendo conciencia del cuidado del medio ambiente tomó a Paca con su traje verde limón por una punta, con el cuidado de no ensuciarse la llevó hasta la caneca azul junto al poste.

A pocos metros Paco, de rojo tomate, sucio y rasgado, alcanzó a verla entrar en el bote de basura y se alegró. Al menos ella tendría una segunda oportunida­d en el relleno sanitario.

Hoy nada se sabe de Paco, podría estar deambuland­o al frente de una casa, en alguna esquina junto a otros desechable­s, o peor, ahogado en el río navegando hasta un mar de basuras.

Esta historia no tiene final feliz, ni siquiera debería ser contada, sino reciclada.

Cuando volvieron a ver la luz estaban en un parque sobre un mantel de cuadros. Disfrutaro­n de la brisa y vieron el sol entre las ramas”.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia