Los rituales y la alimentación en la Semana Mayor de la región Caribe
El Domingo de Ramos, la última cena y lavatorio de los pies, las procesiones y recreaciones de la crucifixión, la vigilia pascual del sábado y la resurrección son los ritos católicos.
La Semana Santa como la manifestación más signi cativa del Caribe trae consigo una serie de tradiciones y ritos que, aunque son generalizados por el pueblo católico, se personalizan en cada pueblo o comunidad donde las manifestaciones religiosas están vivas.
Además de los rituales religiosos y actos litúrgicos de procesiones y misas, el legado de España sigue vivo en muchos pueblos del Caribe y Latinoamérica que se vitalizan generacionalmente, los cuales son motivo de investigaciones e interpretaciones socioculturales.
La gastronomía
Siempre se ha asociado a los días santos con la particularidad que ofrecen los viernes de Cuaresma y la abstinencia a la carne en los días santos, en especial jueves y viernes. Durante estos días que traen consigo mesas surtidas de pescados, ensaladas de vistosos colores y motes de tubérculos y verduras inimaginables, se rati ca el sentido de la fe, la tradición y las creencias alrededor de la Cuaresma.
Así y de manera sincronizada en cada hogar se repite año tras año y en especial por las generaciones de mayores el sentido vivo de estas tradiciones tan variadas como los platos en la mesa de los católicos.
Además de la tradición gastronómica, y asociada a ella, existen otras tradiciones que podrían tildarse de paganas y que contrarrestan ese recato de los días de dolor. Es el llamado “rompimiento de la olla”, tradición de la cual se tienen sus orígenes de la madre España, en donde desde el miércoles santo existía la costumbre de llenar de viandas estas piezas de alfarería, rindiendo tributo a la vida y que luego el Sábado de Gloria, minutos después de las 12:00 p. m., se daba licencia para celebrar el triunfo de la vida sobre la muerte meesta diante el festejo de la sagrada resurrección.
Los sancochos
El ritual del rompimiento de la olla es recreado por los pueblos negros y mestizos del gran Caribe colombiano, imprimiéndoles el toque picaresco a la tradición, y quizá producto de la estrati cación social, y es así como de los opulentos platos para despedir la Cuaresma de la mesa española se pasó al sancocho de las siete carnes (cerdo, res, cabeza de cerdo, ubre, costilla, hueso blanco o salado y gallina) que incluía el “partir la olla” criolla.
tradición que todavía pervive en Sucre y Córdoba y otras puntos del Caribe es el pretexto para despedir los alivianados días santos y para retomar las energías productos de la abstinencia sagrada, y se empieza así la degustación de platos y alimentos prohibidos, dándose la liberación del espíritu caribe y su gusto por las comidas abundantes de sabores y sazones marcados, además se convierte en pretexto para compartir en comunidad y fraternidad, con los amigos y conocidos de los barrios y sectores populares que se han dado al reencuentro en estos días santos y que provienen de ciudades y puntos lejanos.
De esta manera se aprecia cómo las tradiciones juegan un papel importante en la cohesión social y en la convivencia de los pueblos, y los gestores culturales y portadores de la tradición están llamados a su apropiación y promoción a las nuevas generaciones para que se conserven en el trascurrir de los tiempos que se convierten en atractivos y muestras como lecturas de la cultura y el saber popular.
Similitudes
Rastreando la similitud de este ritual en Semana Santa, encontramos coincidencias en otros lugares, como Venezuela y las Antillas, en donde a su manera y con productos de su entorno realizan esta misma práctica gastronómica, que demuestra o pone en evidencia la inuencia de los pueblos españoles en las comunidades afroamericanas que según el lugar van añadiéndole otros elementos del folclor como coplas, rimas y juegos tradicionales, que no son más que muestras de la identidad de los pueblos y del folclor vernáculo asociados al patrimonio cultural de los pueblos.
En Sucre la Semana Santa de Tolú se distingue de las del resto del departamento y la celebra la Hermandad Nazarena.
“Este tiempo está marcado por rituales ancestrales y tradiciones arraigadas”.
José Carrillo Licenciado e historiador.
“Que este año sea para todos el año de gracia para el Señor”.
Monseñor José Clavijo Obispo de Sincelejo.