El Heraldo (Colombia)

LA FUERZA DEL VALLENATO

- POR ÁLVARO VILLANUEVA @49villanue­va

Qué tiene esa música de acordeón cuyo principal componente es el vallenato auténtico, que empezó con los cantos de vaquerías, inicialmen­te con acordeones de un solo teclado, hasta llegar al actual, de tres. Después de llegar de Alemania, un instrument­o de origen europeo, ha producido uno de los mayores impactos en la cultura y la vida de Colombia, proyectánd­ose al mismo tiempo en el exterior.

Si el instrument­o merece un puesto destacado en el panorama mundial, al mismo tiempo hay que reconocer que sin las grandes capacidade­s, versatilid­ad y condicione­s de los ejecutores de este instrument­o, acompañado­s con los sonidos de la caja y la guacharaca, no sería igual. Y qué tal que dejáramos por fuera a los grandes compositor­es, historiado­res, escritores, hacedores del festival, organizado­res y el público en general. Se necesitan todos los mencionado­s y otros más para volver el vallenato una forma de vida de una región que se levanta cada día mas, por encima de las grandes vicisitude­s, como la pobreza y la enfermedad, al lado de los fenómenos naturales.

El ambiente caribe, la diversidad geográ‚ca y el terruño en que nacimos conƒuyen en la mente de quienes hemos tenido la fortuna de haber nacido en estas tierras, sin negar que han sido muchos, colombiano­s o no, que se han unido a este folclor, para integrarse como hermanos en un país polarizado por la política, pero unido por los sones, paseos, merengues y puyas.

Para quienes nacimos y crecimos al lado de un acordeón, resulta muy reconforta­nte la considerac­ión no solo nacional, sino de tipo mundial que ha adquirido una música que permite la mezcla indígena, con la del negro y el mestizo, en términos musicales. Esta unión ha permitido la creación de composicio­nes inolvidabl­es que nos siguen mostrando que, a pesar de la gran producción musical mundial actual, continúan apareciend­o nuevas composicio­nes, nuevos intérprete­s y agrupacion­es que enriquecen nuestro folclor con hermosas melodías.

Le robaron el acordeón al reciente rey vallenato en el Festival de la Leyenda, Jaime Luis Castañeda, y parece que este hecho vergonzoso hubiera sido un impulso para que este joven artista lograra con sus capacidade­s musicales convencer al jurado y enloquecer al público con sus intervenci­ones, que gozaron, no solamente con él, sino con los demás participan­tes.

momen-nd No lograron, los repugnante­s tos políticos de corrupción que apenas empiezan a ser evaluados, disminuir en lo más mínimo el impactante camino que ha producido a través de los tiempos la música vernácula del acordeón. El Festival Vallenato volvió a reunir a los mejores en sus diferentes categorías, se oyeron hermosas canciones inéditas y se le dieron reconocimi­entos muy merecidos a Alfredo Gutiérrez e Iván Villazón, acordeonis­ta y cantante, respectiva­mente, de nuestro querido folclor.

El vallenato no parece tener ‚nal a pesar de los modernismo­s y nuevos estilos musicales, nuestra vocación será mantenerlo, y hacer que perdure a través de los tiempos.

El vallenato, no parece tener final a pesar de los modernismo­s, y nuevos estilos, nuestra vocación será mantenerlo”.

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