La moda como negocio
El programa de Alta Dirección en Moda, ofrecido por FUCSIA y el Inalde, en el marco de Maestros Ancestrales, ha despertado el interés del sector que ha visto cómo conocer a fondo el negocio brinda las herramientas necesarias para vivir de un oficio que e
Carolina Sepúlveda, diseñadora de la marca Aldea, no dudó un solo instante en aceptar la convocatoria realizada por la revista FUCSIA al programa de formación en el negocio de la moda. Y no lo dudó porque ella es de esas empresarias que son todo en su empresa; no solo diseñadora, también directora, y eso incluye finanzas, mercadeo, relaciones públicas, distribución, contacto con proveedores, en fin... “Cuando me invitaron a participar en el programa me puse muy contenta. Siempre existe esa mínima ansiedad de ser el responsable de una marca y a la vez su creativo, y decirse a uno mismo: ‘¿Será que estoy haciendo bien las cosas?’. Esas dos responsabilidades juntas podrían ser agua y aceite (como lo cree el genial Alber Elbaz), pero en mi caso es mi realidad; entonces, tengo que cultivar las dos cosas, y aunque lo que me gusta es lo creativo, saber que Aldea es mía también me despierta el interés de la ‘dirección’”, cuenta la creadora.
Esto significa que tiene que encontrar un espacio entre sus múltiples responsabilidades para su marca, para ella, pues no se puede concebir la una sin la otra. Toma un avión dondequiera que esté (vive entre Barranquilla, Bogotá, Medellín y Cali) y sabe que la semana en que tiene lugar el programa es sagrada. Aunque solo lleva dos módulos, ha aprendido una gran lección: ya no ve el negocio como el “coco” de su trabajo.
¿Por qué cree que es importante que un diseñador se prepare en el negocio de la moda?
Bueno, la moda es una industria, y sí, los diseñadores somos los creativos de la historia, pero lo cierto es que la moda es un sector grande, entonces, saber moverse (como en el ajedrez) en ese espacio es muy importante. Creo que es una forma
estratégica de ver las cosas, de poder ser diseñador y vivir de la creatividad. Para eso es relevante, para que el diseñador pueda vivir de lo que le gusta hacer.
¿Qué ha sido lo más valioso que se ha llevado para su carrera como diseñadora y empresaria de la moda con este programa?
Todo ha sido muy interesante y especial porque siempre que a uno como “creativo” le dicen la palabra “negocio”, de inmediato se cierra mentalmente y se fastidia, entonces rechaza esos mundos. Y el primer día que empezó el programa yo venía pensando: “Bueno, es un deber que tengo con Aldea”, es decir, venía un poco prevenida. Pero me ha sorprendido todo con Inalde; los profesores son maravillosos, la forma como estudiamos es deliciosa, y al final del día no me siento yendo a clases de negocios, sino a un taller creativo donde el tema no es la creatividad misma, pero sí la realidad
"Siempre que a uno como 'creativo' le dicen la palabra 'negocio', se cierra mentalmente".
Carolina Sepúlveda
traducida en los negocios, en las finanzas, en los recursos... Ha sido lindo darse cuenta que uno a veces es muy cerrado y cree que las cosas son Ao B, y que, por ejemplo, el tema de los negocios es necesariamente rígido y capitalista y fuerte; pero no, aquí me he dado cuenta que hay muchas formas de ver el asunto, o sea, que no solo existen A o B, sino todas las demás letras.
¿Qué herramientas cree que le dan al diseñador este tipo de estudios?
Creo que saber algo nunca está de más, y saber algo con más experticia es mucho mejor, siempre. Creo, también, que una de las grandes (sino la más) responsabilidades que tenemos los diseñadores con nuestra creatividad es la de cultivarnos intelectualmente, y este es uno de esos caminos que se deben sembrar, sobre todo, porque es el que puede hacer posible todo lo que hay de efímero en la creatividad. Es, como ya dije, el que nos puede dejar vivir de lo que nos gusta hacer.