ELLEN DEGENERES
SENSIBLE E IRREVERENTE, ELLEN DEGENERES CUMPLIÓ 60 AÑOS. DE SER UNA DE LAS CELEBRIDADES MÁS EXITOSAS DE LA TELEVISIÓN PASÓ A CONVERTIRSE EN UNA FIGURA INSPIRADORA E INFLUYENTE.
Una de las celebridades más exitosas de la televisión es hoy, a sus 60 años, una figura inspiradora.
CURIOSAMENTE el gracioso de la familia siempre fue su hermano mayor Vance (hoy guionista, músico y actor), famoso por sus chistes. En aquel entonces vivían con sus padres, Elliott y Betty, en Nueva Orleans, Luisiana. Cuando Ellen era una adolescente se divorciaron; su mamá volvió a casarse y se mudaron a Texas, donde tuvo que adaptarse a una nueva escuela para terminar el bachillerato.
Fue cuando descubrió que el humor era una herramienta útil para sobrevivir en un entorno ajeno. En una entrevista para The New York Times recordó que cuando su mamá estaba triste ella la hacía reír mientras bailaba con movimientos exagerados. “Llegaba un punto en que su llanto se convertía en carcajadas
y al cabo de un rato se sentía mucho mejor”. Sus nuevos amigos le pedían que hiciera monólogos en las fiestas y era capaz de disertar prácticamente sobre cualquier tema a partir de reflexiones graciosas y muy inteligentes.
Su sueño era ser veterinaria, pero no se consideraba lo suficientemente aplicada para todo lo que había que leer y estudiar sobre los animales, así que al graduarse regresó a Nueva Orleans y se matriculó en la facultad de Comunicación Social. Al cabo de un semestre abandonó la carrera y logró obtener un espacio en el Clyde’s Comedy Club, donde hacía rutina de
stand-up comedy los fines de semana mientras que el resto de los días pintaba casas, vendía aspiradoras puerta a puerta o atendía mesas en un restaurante. Sus amigos grababan sus actuaciones y luego ella enviaba las cintas por correo a clubes de comedia en otros estados. Su nombre comenzó a hacerse famoso en el circuito de comediantes y le ofrecieron contratos para presentarse en otras ciudades.
EL GRAN TRAMPOLÍN
En 1982, el canal de televisión por cable Showtime realizó un concurso en el que resultó elegida como ‘la persona más graciosa de América’ y tuvo que pagar un alto precio por aquel reconocimiento. La envidia y mala energía de algunos colegas se hicieron evidentes.
Les molestaba que alguien con menos experiencia en los escenarios –y para colmo mujer– fuera capaz de eclipsarlos a todos. Saboteaban sus presentaciones en vivo y le decían que era mediocre.
“Irónicamente el mundo de la comedia puede ser el más duro y humillante”, ha recordado en varias ocasiones. En 1986 la invitaron a participar en The Tonight
Show con Johnny Carson, convirtiéndose en la primera comediante que acompañaba al presentador y humorista. Su intervención resultó un éxito y ya no había punto de retorno. Fue contactada por varios agentes para hacerse cargo de sus castings y contratos, y llegaron las ofertas para participar en series exitosas como Open House y Laurie Hill.
En 1994 logró tener su propia comedia, llamada Ellen, que fue la plataforma para la nueva etapa que transformó todo, pues aunque en su vida privada ya se asumía como lesbiana, fue en
1997 –durante uno de los episodios de la serie– que aprovechó a su personaje para “salir del clóset” públicamente dándole un beso a su coestrella Laura Dern. Fue tal el revuelo, que terminó convirtiéndose en portada de la revista
Time y batió récords de audiencia en una entrevista íntima y exclusiva con su gran amiga Oprah Winfrey (quien, además, en el capítulo mencionado había hecho el papel de psiquiatra), con quien habló abiertamente sobre su condición sexual.
Para ese momento tenía una relación con la actriz Anne Heche y ambas debieron asumir las consecuencias de su honestidad. El rating de su programa comenzó a bajar y Anne, que venía con una carrera ascendente, dejó de recibir ofertas de trabajo. Los fanáticos católicos comenzaron a referirse a ella como ‘Ellen Degenerate’ (degenerada). Heche no pudo soportar la presión: dio por terminado el romance y terminó casándose con un camarógrafo, no sin antes protagonizar algunos episodios extraños, como cuando la encontraron vagando por el desierto de California vestida solo con un par de shorts y un brasier. Les dijo a los agentes de Policía que “era hija
de Dios y podía llevarnos a todos a un nuevo planeta en una nave espacial”.
Ellen, por su parte, mantuvo un perfil muy discreto y se limitó a explicar que Anne se había marchado un día para no regresar más. Su actitud le valió la simpatía del público, que entendió que en el fondo, más allá de su orientación sexual, era sencillamente una mujer con el corazón roto.
CON E DE ELLEN
El 4 de noviembre de 2001 fue otro momento clave para su carrera. Tenía la responsabilidad de presentar la gala de los Premios Emmy solo unas semanas después de los atentados del 11 de septiembre. El evento había estado a punto de ser cancelado, pero sus organizadores decidieron hacer la transmisión para dar una voz de aliento al pueblo estadounidense.
Ellen logró tomar el dolor de toda la nación y convertirlo en apuntes graciosos y desafiantes hacia la adversidad. “No pueden robarnos nuestra creatividad, aspiraciones, nuestra alegría… Eso solo lo pueden hacer los ejecutivos de los estudios”. “No seguir adelante es dejar ganar al terrorismo. Ahora, díganme,
¿qué podría molestar más a un talibán que una lesbiana vestida con traje frente a una sala repleta de judíos?”. El público la amó. Había logrado crear un puente de empatía sin caer en la victimización.
Su imagen resurgió, esta vez no solo como una brillante humorista, sino como una ferviente defensora de causas como los derechos de las comunidades LGTBI y la protección de los animales y el medio ambiente. En 2003 salió al aire su programa The Ellen Degeneres
Show, que se convirtió en un éxito desde la primera emisión (luego sería conocido como The Ellen Show). Por si fuera poco, fue contratada como imagen de American Express y la línea de cosméticos Cover Girl con el objetivo de cautivar al público de mujeres mayores de 40. Se casó con Portia de Rossi en 2008 y desde entonces son inseparables. De hecho se las ve frecuentemente en eventos sociales y alfombras rojas.
Para completar su buena racha, encontró el amor en la bellísima actriz Portia de Rossi, con quien se casó en 2008 durante una ceremonia privada en Los Ángeles, cuando el estado de California aprobó el matrimonio entre parejas del mismo sexo. A pesar de recibir el asedio de los medios, han sabido mantener su vida privada lejos de las cámaras sin necesidad de ser hostiles con la prensa, que parece perdonarles su hermetismo.
INGENIO A TODA PRUEBA
Otro de los aspectos más fascinantes de Ellen Degeneres es su habilidad para transformar cualquier situación ridícula en algo hilarante. Son conocidos sus bailes con el público durante las grabaciones de su show o el placer que encuentra en disfrazarse de cualquier cosa.
En 2014 repitió como presentadora de la gala de los Óscar –ya se había lucido en 2007– y dejó momentos memorables como pedir una pizza a domicilio para ser entregada en medio de la transmisión y poner al hoy tristemente célebre Harvey Weinstein a pagar la propina. O cuando decidió levantar de sus sillas a Bradley
“ELLEN NOS HA DEMOSTRADO que una sola persona puede hacer este mundo más divertido, más abierto y más amoroso”
—BARACK OBAMA
Cooper, Meryl Streep, Julia Roberts, Kevin Spacey, Jennifer Lawrence, Brad Pitt, Angelina Jolie y otras megaestrellas de Hollywood para hacerlos posar en la que ha sido catalogada como “la selfie más famosa (y costosa) de la historia”.
Pero sus cualidades no solo son histriónicas. Prueba de ello fue la condecoración que recibió en 2016 del entonces presidente Barack Obama, quien le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad, el más elevado honor civil que existe en Estados Unidos para “quienes contribuyen a la seguridad o los intereses nacionales, la paz mundial o significativos empeños culturales o de otro tipo públicos y privados". Ese día Ellen y el mandatario se abrazaron durante varios segundos sin que ella pudiera contener las lágrimas mientras compartía honores con personajes de la talla de Robert Redford, Tom Hanks, Bruce Springsteen y Michael Jordan en un momento muy emotivo que resumía lo que había significado declararse abiertamente gay hace casi dos décadas, arriesgándolo todo para enfrentarse a una sociedad que apenas comenzaba a entender el sentido y la importancia de la diversidad.
NATURAL Y TERRENAL
El pasado 26 de enero, Ellen celebró su cumpleaños número 60. Durante la grabación de su programa, su esposa Portia apareció en escena trayéndole una sorpresa. Se trataba de un video en el que explicaba quién era el ídolo de infancia de Ellen: Dian Fossey, la zoóloga estadounidense que fundó el centro de investigación Karisoke, en Ruanda, para estudiar y proteger a los gorilas de montaña. Fossey, famosa por su libro Gorilas en la niebla, fue asesinada en 1985 pero su trabajo fue continuado por otros científicos.
El regalo de cumpleaños de Portia era nada menos que un campus llamado Ellen Degeneres, que formará parte del proyecto de Fossey para poder seguir cuidando la especie. Ambas terminaron llorando junto a todo el auditorio, que no paraba de aplaudir. Dos semanas más tarde, la pareja llevó a cabo la celebración oficial –y por todo lo alto– en su mansión de Montecito, California. Una fiesta que, según los expertos en entretenimiento, bien hubiera podido compararse con una gala de los Óscar teniendo en cuenta el nivel de los invitados.
No faltó nadie. Jennifer Aniston, todas las Kardashian con sus consortes, Jennifer López, Leonardo Dicaprio, su vecina Oprah Winfrey, Drew Barrymore y Reese Witherspoon. Esta última fue la encargada de hacer que los amigos músicos presentes como John Legend, Chris Martin, Pharrell, Pink, Adele y Bruno Mars terminaran cantando toda la noche en honor de aquella chica que alguna vez soñó con salvar a los gorilas, pero a quien la vida le tenía otros planes.