QUÉ HACER Y QUÉ NO
las especialistas consultadas aconsejan:
Sí
Abrir espacios de comunicación
■ cuando el niño lo quiera y motivarlo a encontrar formas lúdicas de evitar el sedentarismo que involucren a toda la familia. Trabajar en el hogar para mejorar
■ e instaurar hábitos y estilos de vida saludables y duraderos. Aprender a comer. En cantidades
■ adecuadas, con calidad nutricional y con consciencia y responsabilidad. Hacer de la hora de comer
■ algo placentero y no tenso. Desprendernos de los números
■ que arroja la báscula. Los niños son más que un peso y una talla. Invitar al diálogo y los acuerdos
■ para llegar al equilibrio. Los niños que han sido orientados para ser empoderados y conscientes de su alimentación tomarán adecuadas decisiones siempre, incluso en su edad adulta.
No
Ser restrictivos, a menos
■ que se trate de un tema netamente médico.
Hacerle pensar al niño que es
■ un proceso solo para él. “Aquí participamos y aprendemos todos”, dice Juanita Acero.
Es equivocado pensar que el bajar
■ de peso es un marcador de éxito.