CELEBRAR LAS LÁGRIMAS

DIEGO EL CIGALA SALDRÁ EL 27 DE NOVIEMBRE AL ESCENARIO DE ÁGORA, EN BOGOTÁ, PARA CELEBRAR CON EL PÚBLICO COLOMBIANO 15 AÑOS DE LÁGRIMAS NEGRAS, EL ÁLBUM QUE LO HIZO MERECEDOR DE UN GRAMMY, DE LOS ELOGIOS DE GARCÍA MÁRQUEZ Y DE THE NEW YORK TIMES, ASÍ COMO DE MILLONES DE SEGUIDORES ALREDEDOR DEL MUNDO.

HAY LÁGRIMAS MENOS tristes que otras. Cuando Diego el Cigala grabó en 2002 los once boleros de su quinto álbum, estaba lejos de imaginar lo que vino después, cuando el disco salió a la venta el año siguiente. Estaba lejos de imaginar que la unión de su voz y el talento del pianista cubano Bebo Valdés daría origen a un fenómeno musical que llevaría su nombre más allá de las fronteras de España, donde nació en 1968. Estaba lejos de imaginar que cantar boleros y sones “aflamencaos” enamoraría a miles de personas, incluyendo los críticos musicales más exigentes del mundo, lo que provocaría que varios diarios lo catalogaran como el mejor disco latino del año. Estaba lejos de imaginar que daría conciertos en los lugares más insospechados y cinco años después de Lágrimas negras editaría Dos lágrimas, con nuevas canciones clásicas latinoamericanas y la misma fuerza del duende gitano en su voz. Diego, quien desde 2015 vive en República Dominicana, estaba lejos de imaginar que sus “lágrimas negras” se convertirían en lágrimas mágicas, que le darían todo lo que es hoy (“nadie canta como él en español”, dijo García Márquez), y al resto nos dejaría boleros reconvertidos en meteoritos imposibles de olvidar. Un repertorio imprescindible para el amor, el desamor, el recuerdo del amor y “el recuerdo del recuerdo de un amor”, palabras con las que el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante definió el bolero.