Semana de la moda en Nueva York regresa fortalecida
La positiva reinvención de la muestra de diseño estadounidense.
ESTE OFICIO de la moda no es nada fácil y para sobrevivir se necesita constancia y mucho trabajo. Personajes como Michael Kors, que en teoría podría retirarse a gozar de la plata que ganó con la venta de su empresa, siguen ocupándose personalmente de los negocios, de sus clientes y de supervisar cada diseño. Este neoyorquino está empeñado en ganarse el corazón de las mujeres de 20 años, sus nuevas clientas, para permanecer vigente. En esta temporada su colección tiene un gran trabajo de sastrería con especial énfasis en los hombros. En resumen, le hace homenaje al estilo por el cual se reconoce al diseño norteamericano: el sportswear o ropa informal.
Marc Jacobs, quien salió de Louis Vuitton para crear su marca propia,
todavía no logra el éxito en ventas. Sin embargo, en esta línea se centró en la ropa y no en los mensajes subliminales: menos comercial, pero con un toque de magia. La inspiración fue el 11 de Septiembre, por eso la presentó en el puerto, no muy lejos de la zona cero, donde quedaban las Torres Gemelas.
El inicio de la semana de desfiles fue toda una experiencia. La noche en el Apolo de Tommy Hilfiger, con modelos afro en su mayoría y de diferentes tallas, puso a los cuadros y los puntos como sello de su colección muy incluyente. Ralph Lauren, el rey de la elegancia, se decidió por versiones del esmoquin en diferentes materiales. Nada extraordinario pero muy glamuroso. Presentó la pasarela en un edificio de Wall Street: su equipo construyó un salón llamado Ralph’s Club,
con una decoración art déco tan bien lograda que parecía el set de una película, completado con música de banda en vivo.
Wes Gordon, para Carolina Herrera, hizo prendas alegres, no tan complicadas y muy sentadoras. Aunque no era fácil llenar los zapatos de la venezolana, ha logrado interpretar el estilo de la casa.
Todavía queda mucho por hacer en Nueva York, pero las marcas son conscientes de que deben mostrar un producto basado en la experiencia y el saber hacer, que refleje el gusto del nuevo consumidor. El resultado se verá cuando las colecciones salgan a la venta. Son tiempos difíciles, los grandes almacenes están pasando las duras y las maduras, pero la moda sigue siendo una industria muy creativa con la capacidad de renovarse..