UN DÍA CON ...
LA EMPRESARIA DE MODA CAROLINA CASTRO
En un día cualquiera en mi vida pueden pasar muchas cosas: soy directora de una agencia y también madre de familia; aunque me encanta mi trabajo, soy consciente de la importancia de tener una vida equilibrada que me haga feliz, por eso siempre busco tener momentos de calidad.
6:00 a.m. El despertador suena y empiezo mi jornada con una sesión de meditación; este momento en silencio es vital para organizar el día y equilibrar mi energía, y enseguida, mi café ¡que no puede faltar! 6:30
a.m. Despierto a mis hijos, con besos y mimos, y empieza el correcorre para alistarlos para el colegio. ¡La hora más agitada! Es lindo escuchar sus historias durante el desayuno: frutas, pancakes, huevos… Es la comida del día que más disfruto y en la que me doy gusto en todo. 8:00 a.m. Un partido de tenis con mi amiga Mariana; me encanta el deporte activo, y divertirme mientras lo práctico. Tengo que trabajar aún más en mi revés. 9:30 a.m. Llego a mi oficina en Grupo4, respondo algunos correos, reviso la prensa, me reúno con el equipo de bookers para definir estrategias de los eventos por venir y reviso el cronograma de clases de la Academia. 11:00 a.m. Recibo a un cliente y le presento el casting de modelos para su próxima campaña, ¡estoy feliz pues le gustan varias chicas!
1:00 p.m. Almuerzo con mis amigas del colegio en mi restaurante francés favorito, por fin logramos vernos.
Pero solo logramos asistir cuatro, con las demás tocará planear otra fecha. 3:00 p.m. Voy rápidamente al evento de lanzamiento de la línea de muebles de una de mis diseñadoras preferidas y me llevo algunas ideas para mi casa, porque quiero remodelar mi habitación... Tal vez le pongo papel de colgadura al muro del fondo. 5:00 p.m. Voy con el jazz a todo volumen en medio del tráfico, poniéndome en ambiente para el desfile de esta noche. Ya el camerino está montado y las modelos maquillándose. Después del ensayo, tengo tiempo para socializar con ellos, me cuentan de su vida y pasamos un buen rato antes del gran momento en pasarela. ¡Luces, música, acción! 9:30
p.m. El día ha sido largo, pero logro cenar con mi amor, todo en la vida tiene su recompensa. Entro sigilosamente a los cuartos de mis hijos para darles un beso, que ojalá se les cuele en los sueños y constato que hicieron sus tareas. Mañana no tengo evento, así que podré leerles historias antes de que se duerman. 11:00 p.m.
Por fin un ratico solo para mí: el ritual sagrado de desmaquillarme y aplicarme mis cremas no puede faltar. Pongo la cabeza en la almohada y empiezan sueños maravillosos. ¡Buenas noches!.