Regia & Victoria SOFISTICACIÓN ARTESANAL
CREADA POR LA DISEÑADORA INDUSTRIAL CAROLINA MELO, LA MARCA COLOMBIANA DE ACCESORIOS DE VERANO LES DA UN TOQUE GLAMUROSO A PRODUCTOS TEJIDOS EN PALMA DE IRACA. ¿CÓMO? CON DELICADOS ACABADOS Y UN ALTO CONTENIDO ESTÉTICO.
DESPUÉS DE trabajar con comunidades artesanas de diferentes regiones del país por más de diez años, Carolina Melo, diseñadora industrial de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, se dio cuenta de que existía un gran vacío en la cadena productiva.
Pese a haber desarrollado procesos de producción manual, con altos estándares de calidad y para empresas exportadoras de artículos elaborados artesanalmente, según su experiencia, hacía falta un entendimiento más profundo del contexto y el origen, además de un trabajo conjunto con los artesanos para generar un impacto sostenible en el tiempo.
Por eso, hace dos años creó Regia & Victoria, una marca de accesorios de verano (abanicos y bolsos) tejidos en palma de iraca por campesinas de Sandoná, Nariño. Un proyecto que busca el beneficio mutuo, de la firma y de las tejedoras, y a la vez aporta a la continuidad de la técnica ancestral.
“Uno de nuestros principios es el trabajo en equipo, y lograrlo entre personas que vivimos en contextos tan diferentes requiere la construcción de un lenguaje común. Primero, buscamos entender la técnica y los objetos desde la perspectiva de las tejedoras: cómo elaboran una pieza, las partes que la componen y el lenguaje con el que denominan cada fragmento o tipo de tejido”, explica la diseñadora.
El objetivo, asegura, es conocer el alcance y los límites de la tejeduría en palma de iraca, adaptar sus ideas a lo viable, y diseñar a partir de los procesos existentes. “Con esta base hacemos una propuesta de diseño que se retroalimenta y resulta en los primeros prototipos”.
Esta noble técnica de herencia indígena, pero ejecutada en la actualidad por campesinas de la región, permite gran flexibilidad para crear. La fibra utilizada proviene del cogollo de la planta y se extrae con machete. Se sacan los hilos con compás o aguja metálica, y se cocinan varias veces hasta obtener la suavidad y el blanqueamiento apropiados. Sobre esta base clara se tiñe nuevamente con diferentes colores.
La labor es una cocreación, lo cual implica el respeto por quienes forman parte del proceso productivo, y el establecimiento de unas reglas de juego claras para ambas partes. “Apoyamos a las comunidades para que conserven sus habilidades artesanales y su tradición, al tiempo que contribuimos a que lleguen a un mercado más amplio”.
Su gran reto es demostrarles a las nuevas generaciones que ser artesano es un trabajo digno y ofrece una constante fuente de ingresos. “Sin embargo, hoy día son los consumidores quienes deciden qué marca y qué causa apoyan con su compra. Nosotros nos encargamos de embellecer la nuestra”. Λ