ARQUITECTURA
Los amantes del vino tienen su Disneylandia en Burdeos: la Cité du Vin es un impresionante parque temático para sumergirse en la historia y la cultura de nuestra bebida favorita.
Los amantes del vino tienen su Disneylandia en Burdeos. Se trata de un
magnífico parque temático que –a través de arquitectura de vanguardia
y una original curaduría– aborda la historia, la tecnología y la cultura de la bebida favorita de la humanidad.
Burdeos es una de las zonas vinícolas más emblemáticas de Francia y el mundo. Más allá de los viñedos, en el corazón de la ciudad y a orillas del río Garona, se levanta la forma imponente de la estructura principal de La Cité du Vin, que se eleva al cielo como si fuera un decantador. Esta ‘Ciudad del vino’ es un parque temático que ofrece visitas guiadas, áreas para catar los vinos de la región, salas de exposiciones, boutiques, auditorio y un restaurante. Inaugurada hace dos años, el conjunto es obra de XTU Architects, un estudio de arquitectura con sede en París que se caracteriza por explorar geometrías complejas con la integración del diseño paramétrico (una técnica avanzada de diseño digital que permite manipular elementos arquitectónicos mediante algoritmos para obtener diseños geométricos más complejos y versátiles), de los que surgen las formas orgánicas y los temas inspirados en la biología que caracterizan sus obras.
Este proyecto, liderado por Anouk Legendre y Nicolas Desmazières, buscó crear un puente entre el nuevo conjunto y su entorno mediante una forma que diera la sensación de movimiento perpetuo y que, en últimas, evocara el espíritu del vino que corre entre la ciudad y el río. “Cada detalle de la arquitectura evoca el alma y la naturaleza líquida del vino: una fluidez constante, redonda, intangible y sensual”, dicen los arquitectos. La sinuosa fachada de la edificación –que se inspira en el movimiento del vino cuando se le hace girar dentro de una copa para liberar sus aromas– está hecha con paneles de vidrio y de aluminio iridiscente cuya apariencia cambia conforme transcurre el día.
Por dentro, el concepto de la fluidez del líquido continúa. Los visitantes entran al conjunto e inician un trayecto circular que se articula alrededor de una escalera central que los lleva hacia los distintos espacios, fluyendo suavemente para descubrir las galerías que hospedan exhibiciones sobre la historia y la elaboración del vino: desde las atmósferas oscuras de las bodegas, hasta la claridad de las viñas.
Los materiales que estructuran el interior –acero, vidrio, madera– se acomodan a las caprichosas formas orgánicas que narran, en espiral y entre el pasado, presente y futuro, la historia de una bebida que contiene en sí misma la historia de la civilización occidental.