UNA CASA EN SÃO PAULO
Esta casa, en Sao Paulo, Brasil, cambia desde donde se le mire y dependiendo de la hora del día. Es respetuosa con su entorno, con el medio ambiente y posee, además, un interiorismo que reúne lo mejor del diseño brasilero.
Las casas que los arquitectos diseñan para ellos mismos resultan fascinantes, pues son el laboratorio para poner en práctica todos sus sueños, estrategias y deseos justo a su propia medida. Así, el arquitecto Flavio Castro, fundador de la firma FC Studio, con sede en Sao Paulo creó su propio universo como una caja opaca y flotante, cuyo principal desafío fue construirla en una esquina con dos fachadas recostadas en los vecinos, que aprovechara al máximo el terreno y la luz natural, preservando la privacidad desde la calle y, al mismo tiempo, dialogando con la volumetría de la manzana existente.
La casa Box establece tres tipos de relación con el entorno inmediato. La planta baja puede abrirse completamente para que el paisajismo tropical del terreno de 10 x 20 m se integre al espacio interno. El equilibrio se alcanza a partir del momento en que el acero industrializado encuentra la vegetación en controladas proporciones. En el segundo piso, ocurre casi lo opuesto. La mutabilidad de la fachada permite cerrarla o abrirla totalmente a través de puertas de acero que bloquean la incidencia solar directa, garantizan la privacidad, favorecen la ventilación y la aíslan acústicamente. La cubierta, en el tercer piso, funciona como un jardín - mirador urbano, pues permite observar la puesta y la salida del sol, así como el entorno del barrio.
La funcionalidad de la casa está basada en los conceptos de la arquitectura moderna. Para una posible transformación en el futuro, la casa contiene ya la infraestructura necesaria para la conversión de la sala superior en dos suites completas. Así, los dos lucernarios existentes serían responsables de la iluminación y la ventilación de estos dos posibles baños. La tercera apertura, sobre las duchas de la suite, permite la salida del vapor y la entrada de luz solar al espacio. Cada una de ellas está “orientada” de forma distinta, haciendo que la intensidad solar sea diferente en cada una y eso va cambiando a lo largo del día.
Los materiales son sinceros. El vidrio, madera y acero se muestran en su esencia, sin intermediarios. La decoración de interiores también fue propuesta por el mismo arquitecto Favio Castro y establece un diálogo armonioso con la propia arquitectura mientras muestra lo mejor del diseño de Brasil.
El techo jardín y el piso elevado contribuyen a la sostenibilidad de la residencia, pues enfrían todo el piso superior, importante en un país con intensos veranos. El agua que se calienta por medio de energía solar, el sistema de ventilación cruzada, las grandes aberturas y el abundante paisaje propuesto internamente al terreno, externamente en la acera pública y jardines verticales, hacen que la casa Box esté equilibrada energéticamente en su contexto.