ESPECIAL
De 0 a 14: Habitaciones con estilo que crecen con los hijos desde bebés hasta la adolescencia.
Cuando llega un bebé a casa, un móvil que gira entre canciones de cuna inaugura la habitación. A medida que pasa el tiempo aparecen animales de peluche, juegos, libros de cuentos, y en la adolescencia, el escritorio apunta hacia los sueños de un próximo universitario. Presentamos cuatro alcobas que manifiestan las transiciones desde el nacimiento de un hijo hasta sus 14 años de edad.
La funcionalidad siempre será un factor determinante en el diseño de interiores. Pero la versatilidad y su facilidad para adaptarse de manera rápida al paso del tiempo es la característica principal que se requiere para los espacios de los hijos. De un día para otro, la cuna ha de convertirse en una cama, los carros que tantos kilómetros recorrieron en el perímetro del tapete resultarán en manos del hermano menor y las estanterías cambiarán los peluches por libros que abren sus páginas a la imaginación de historias insólitas. Entramos a cuatro apartamentos bogotanos y visitamos las alcobas de Alejandro, Simón, Alec y Ethan, y Nicolás y Belén, y conversamos con los diseñadores y arquitectos que plasmaron los gustos y las necesidades de los protagonistas de estos espacios que cambian con el mismo dinamismo con el que crecen sus ocupantes.
Compartir la hermandad
Ethan le lleva dos años a su hermano Alec. Juntos comparten este espacio que conserva el muro en microcemento del apartamento familiar, que en su totalidad contó con la arquitectura y el diseño interior del equipo de Schaller Design Group. Los muebles, en su mayoría, fueron hechos por carpinteros bogotanos y se pintaron de blanco para llevar un tono neutro que se preste para jugar con la pared azul que próximamente, en una siguiente temporada, podrá revestirse con un papel de colgadura. Ethan es un animalista por excelencia que aprecia desde las arañas hasta las jirafas. Mientras alguno de sus padres carga al pequeño Alec en la mecedora heredada de la abuela, Ethan toma asiento con su guitarra en el modelo verde de la silla portable de Flux y espera a que su hermano crezca un poco más para salir a la terraza a armar castillos en la arenera.
Defensor De la naturaleza
La educadora e historiadora Diana Bothe fundó hace 20 años el almacén Tienda Country. Con su socio, el ingeniero civil Daniel González, desarrolla proyectos de interiorismo para niños y, en este caso particular, para la habitación de Alejandro, que está próximo a cumplir CINCO AñOS, DISEñARON Y FABRICARON UN áRBOL EN AGLOMERADO DE MADERA. SE TRATA DEL PROTAGONISTA DE ESTE ESPACIO, UNA IMPONENTE fiGURA QUE contextualiza el ecosistema de los animales de peluche que acompañan las creativas historias de Alejandro. Su madre, que siempre busca el orden de los objetos y la versatilidad que permiten los colores neutros, seleccionó paredes pintadas en blanco y taupé y estanterías de líneas rectas y simples. El color radica en el tapete y el juego de cama, accesorios fáciles de cambiar con el transcurso del tiempo.
Para niña y niño
Nicolás tiene 8 años, y antes dormir atraviesa las escaleras que perfilan el contorno de la biblioteca adosada a su camarote, una pieza diseñada y producida en flor morado macizo por la firma Tienda Country. Belén, de 6 años, duerme abajo y durante el día comparte con su hermano un tipi estructurado con palos de bambú. Esta habitación, ubicada en un apartamento de un edificio con 50 años de historia, con pisos en parqué de madera y carpintería original, presenta constantes cambios que dinamizan la paleta de colores. Hace un par de meses estrenó en una de sus paredes la referencia del año de Pantone. El coral, que le fascina a Belén, armoniza el mueble de cajones que guarda sus juguetes, y de brindarle calidez del espacio se encarga un tapete que reúne diferentes tejidos de fibras naturales.
Bienvenida, adolescencia
Cuando Simón cumplió 14 años, les pidió a sus padres transformar su habitación, pues ya no era un niño chiquito. La familia llamó al equipo de arquitectos y diseñadores de Ko Studio –quienes ya habían diseñado su alcoba de pequeño– y Simón les planteó la necesidad de contar con una cama más grande, un escritorio para hacer sus tareas escolares, un espacio de almacenamiento para sus libros y un mueble para su AMPLIA COLECCIÓN DE TORTUGAS. CONTRASTARON EL ESTILO CLÁSICO –QUE SE MANIFIESTA EN EL ESPALDAR DE CUERO CAPITONEADO Y LA SILLA DE ANTICUARIO CON ESTOPEROLES– CON UNA PARED REVESTIDA CON UN ACABADO DE CONCRETO. INSTALARON UNA LÁMPARA DE TECHO DE LA FIRMA 5 AM E HICIERON LOS MUEBLES en madera de roble con poro abierto y puertas en poliuretano gris. Conservaron el tapete modular de juegos geométricos entre azul y blanco, colgaron en el muro cuadros de David Manzur y completaron el conjunto de arte con obras de Pablo Arrázola y de Gabriel Ortega.