HALLAZGO
LAS POSIBILIDADES DE LA CERÁMICA SON INFINITAS E IMPREDECIBLES. ESTA VEZ ES USADA PARA DEMOSTRAR QUE LA CABEZA PUEDE SER UN SOPORTE PARA CUALQUIER COSA.
Las caras de Laura Nieto, ceramista bogotana, son macetas, fruteros, recipientes o, simplemente, atractivos objetos decorativos que nos miran desde cualquier rincón de la casa.
LAURA NIETO HACE CERÁMICA DESDE QUE TIENE 7 AÑOS. Empezó en el taller de la ceramista bogotana Vicky Possin y únicamente paró cuando entró a estudiar Arte en la Universidad Jorge Tadeo Lozano en Bogotá. Luego la retomó para usarla como técnica dentro de su obra plástica y en el 2016 decidió abrir LNE Cerámica para hacer algo más utilitario y comercial. Al principio creaba objetos únicos, después comenzó a hacer diseños serializados y, entre estos, uno de los más potentes que ha diseñado hasta hoy son unas medias caras de diferentes colores que parecen derramarse un poco en los bordes. Laura las concibió como macetas para que las plantas fueran una especie de peinado para las caras, aunque realmente pueden ser usadas como fruteros, para poner joyas o como una pequeña escultura. Cada una de las caras tiene un nombre que es encontrado entre los rasgos particulares de la pieza: Matilde como su hija, María José porque tiene al mismo tiempo cara de hombre y mujer, Dalila, Sansón, Piero, Amaranta, Romeo… Todos los objetos de cerámica de LNE son hechos en el taller Alharaca, donde Laura les enseña a otros la flexibilidad y el potencial de la cerámica.