PUNTO FINAL
EL LENGUAJE DE LA DISEÑADORA PAULA MENDOZA ES ESCANDALOSO. SUS PIEZAS SON PARA MUJERES DE PERSONALIDAD FUERTE Y EL DORADO ES SU SELLO DISTINTIVO.
La joyera Paula Mendoza, conocida por sus accesorios maximalistas y llenos de vida, respondió nuestro cuestionario.
Nació en Bogotá en 1978 y a los 7 años ya estaba pintando las paredes, el techo y hasta las cobijas con lo que fuera. Hacía vestidos y siempre ha sido rebuscadora. Cuando salía del colegio se iba a San Victorino a comprar cadenas y dijes para vender en el recreo. Le gustaba escribir, entonces entró a estudiar Comunicación Social en la Sergio Arboleda y un diplomado en Mercadeo y Publicidad en los Andes. En unas vacaciones viajó a Boston, donde conoció a un galerista de arte y joyas que le vio puesto un collar de tagua –hecho por Paula- que le encantó. Le dijo que era diseñadora, le entregó todo lo que llevó para vender y el mercado empezó a funcionar. De regreso en Colombia tomó cursos de joyería. Le enseñaron a hacer broches en el centro de Bogotá, se iba al taller de la joyera Catalina Corrales, quien le enseñó a hacer joyas, fundir y engastar. En Arequipa aprendió el arte de la filigrana, pidió un préstamo y se radicó en Washington. Embajadoras de países latinoamericanos fueron sus primeras clientas. Estudió Escultura en el Instituto Corcoran y ahí nació el concepto de joyería escultórica de la marca Paula Mendoza. Después de cinco años se fue a Nueva York y de esa primera colección salieron piezas que gracias a un video de Beyoncé se hicieron famosas en el planeta. Después vino la dirección creativa de Cano, para quien realizó tres colecciones. Hoy está dedicada a Looking For the Masters, un proyecto que busca rescatar el conocimiento ancestral para traerlo a proyectos contemporáneos de moda, sostenibilidad, hoteles, decoración, música y gastronomía, entre otros aspectos.
¿Quién le gustaría que portara sus joyas?
Sofia Coppola tiene el estilo que a mí me encanta. Es tan única sin ser estrambótica ni extravagante.
¿Cómo es el proceso para diseñar sus joyas?
Pinto y hago sobre la marcha, y le voy diciendo al joyero. Me gusta dibujar con lápiz sobre papeles ricos, que tengan textura y que hagan que el lápiz se deslice. Después difumino el color con el dedo.
Un lugar por conocer.
El río La Miel, en Caldas.
¿Y fuera de Colombia?
África. De Marruecos hacia el sur.
¿Alguna manía?
Soy neurótica con el orden y la limpieza.
Su ícono del estilo.
Diana Vreeland.
Su piedra predilecta.
La esmeralda es embrujadora. No existe nada más precioso que eso.
Un maestro que la haya marcado.
Mi papá.
La obra arquitectónica más impactante que ha visto.
El Angkor Wat, en Camboya, me ha dejado perpleja.
¿Qué película no se cansa de repetir?
Vería El Paciente inglés cien veces. La estética, la música, la actuación de él, de ella, su amor… ¡Todo tan bien puesto que es un deleite estético!
Su actriz de cabecera.
Marion Cotillard me parece la actriz más impresionante. La admiro un montón.
¿Y director?
Tarantino es de los artistas más gloriosos de la historia.
Su diseñador favorito.
Yohji Yamamoto es un genio de la silueta, y Vivienne Westwood es otra genio absoluta.
El mejor fotógrafo de moda.
Juan Guillermo Escobar
¿Qué libro acaba de terminar?
Historias de amor en campos de guerra, de Vanessa de la Torre.
Su artista favorito.
Creo que no existe nadie como Dalí.
¿A qué colega admira?
A Aysha Bilgrami.
Sus flores preferidas.
Peonias y ¡las orquídeas! ¿Cómo no quererlas?
Un diseñador de muebles.
Kenneth Cobonpue.
Lo más feo del diseño
Hay varias cosas… Crocs son una de ellas.