Arquitectura
Cada detalle de la remodelación de este apartamento en Brasil fue pensado para mantener el equilibrio entre las necesidades de sus habitantes y la estética brutalista del edificio donde se encuentra.
Cada detalle de la remodelación de este apartamento fue pensado para mantener el equilibrio entre las necesidades de sus habitantes y la estética determinada por la arquitectura brutalista del edificio donde se encuentra.
CCuando la arquitectura es tan potente como la de este edificio, terminado en 1964 por los arquitectos Alberto Botti y Marc Rubin en una de las zonas más emblemáticas de San Pablo, remodelar uno de sus apartamentos resulta un gran desafío. La fachada de la edificación, un buen ejemplo del brutalismo tropicalista, es una enorme celosía compuesta por concreto a la vista y vidrio. Su diseño resulta tan potente que determina el interior de sus apartamentos.
Esta remodelación, hecha por las firmas Bruno Rossi Arquitetos y Piratininga Arquitetos, partió de subrayar el eje que trazan los quince ventanales que, a todo lo largo de este apartamento de 320 metros cuadrados, enmarcan el paisaje urbano y permiten la entrada de luz natural y ventilación continua. Primero, se demolieron los muros que fragmentaban el espacio y descubrieron los casetones de concreto del techo. Con buena parte de la planta ya libre, los arquitectos plantearon dos alas: el área social y las habitaciones se dispusieron hacia los ventanales, mientras que los baños, la cocina y el área de servicios en el lado opuesto.
El elemento clave de diseño de esta remodelación es un impresionante sistema de estanterías de 26 metros de largo que se descuelga del techo y que conecta todo el apartamento y lo define espacialmente. El sistema de estanterías está compuesto por
LA MADERA, EL CONCRETO Y EL VIDRIO SON LOS MATERIALES QUE CON LOS QUE EL DISENO ARQUITECTONICO RINDE HOMENAJE A LOS PROTAGONISTAS QUE DAN SENTINIDO A ESTE EDIFICIO: LA VISTA URBANA Y LA LUZ.
módulos constituidos por paneles de acero y madera. Es una estructura flotante con repisas, cajones y puertas. Al ser modular, cada fragmento interactúa de forma diferente con los espacios que toca: en el corredor, el comedor y la sala almacena vajillas, exhibe arte, macetas o adornos; en el family room guarda libros y equipos electrónicos; en las habitaciones funciona como guardarropas. El sistema se desplaza sobre los rieles de acero —sin tocar jamás el suelo— para reconfigurar y dinamizar los espacios de acuerdo con las ocasiones y las necesidades específicas de los habitantes de la casa.
Las dos alas del apartamento se dividen con este sistema que, además, conforma el corredor que se demarca con un piso de baldosas en gris muy claro con patrones del mismo color, mientras que el hermoso parquet original queda en el área opuesta.
El interiorismo, ejecutado por la firma Mana Arquitetura, resulta acertadísimo para un espacio dueño de una personalidad tan fuerte. El mobiliario de diseño brasileiro en tonos neutros de grises, beiges y cafés, combina cuero y fibras naturales, ofreciendo variedad de texturas para conformar un ambiente cálido y acogedor. En la cocina se optó por un estilo industrial minimalista, muy contemporáneo, en el que el mobiliario gris convive con una mesa de madera casi escultórica y un mural de azulejos de la artista Adriana Varejão.
Esta obra de Rossi y Piratininga dialoga con la fuerte impronta del brutalismo paulista y logra entregar un espacio contemporáneo, cálido y sofisticado que pertenece a su entorno, tan brasileiro y cosmopolita como la misma ciudad de São Paulo.