VANESSA ALEXANDRA MENDOZA. LA REINA DEL CONGRESO.
La primera Señorita Colombia de raza negra llega a la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes por las negritudes. Luego de un largo proceso, el Consejo Nacional Electoral le entregó la curul que antes tenía Moisés Orozco. Desde su cargo ella quier
La primera Señorita Colombia de raza negra llega a la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes. Allí trabajará hasta el 20 de julio de 2018, cuando termine el periodo legislativo.
“Reina”, le gritaban
desde las oficinas del Capitolio a Vanessa Alexandra cuando caminaba por los corredores y ella saludaba moviendo la mano como si estuviera en una pasarela en Cartagena. La chocoana sabe que su aterrizaje en la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes no va a ser fácil y que va a tener que romper con el estereotipo de que “las mujeres bonitas son brutas”. “Será difícil pero el ejemplo hablará por mí”, dice, con tono fuerte.
Vanessa fue la primera Señorita Colombia afrodescendiente y a diferencia de otras exreinas que se avergüenzan de esa etapa de la vida y quieren borrarla de su historial, ella se siente orgullosa de haber podido conseguir la primera corona para su departamento. “Tengo muy buenos recuerdos de esa época, recorrí Colombia haciendo obras sociales”. Después de entregar el cetro, Vanessa no quiso pasar por los desfiles o la
éaníalla de íelevásáón. De ánmedáaío emérendáó un trabajo benéfico y en 2003 creó una fundación, que lleva su nombre, con la que ayuda a niños y madres cabeza de familia del norte del Chocó a tener una nueva oportunidad en la vida, como la tuvo ella.
Desde esa época descubrió que le gustaba la política y empezó una lucha por tener una de las dos sillas que representan a las negritudes que llevaba un tiempo vacía debido a varias irregularidades. Mucha gente le decía que no se metiera en ese chicharrón pero su terquedad, sumada al trabajo que hace con el Consejo Comunitario de San Antonio y El Castillo en Cerrito, Valle del Cauca, la hizo postularse en 2010 y nuevamente en 2014. “Llegar al Congreso es una oportunidad para defender esas curules especiales que nos han querido arrebatar a los afrodescendientes. Es un escaño más en un camino de batallas por la equidad y los derechos humanos de mis paisanos. Los chocoanos no somos gente de segunda categoría y estamos cansados del abandono institucional”, repite una y otra vez como si estuviera dando un discurso político en una plaza pública.
Sus proyectos de ley estarán enfocados en acabar con la discriminación a las minorías. “Yo nací en Unguía, un lugar donde han confluido el abandono estatal, la violencia, la pobreza y el machismo. Crecer en un ambiente con tantas problemáticas me condujo desde muy temprano a ser consciente de las injusticias que se cometen en el Pacífico”. Dice que nunca la han matoneado por su raza pero ha visto cómo lo hacen con personas cercanas a ella y eso la confronta con que tiene que hacer algo para cambáar esa realádad.
El liderazgo social devanessa inició con su coronación como Señorita Colombia hace 16 años cuando recorrió las regiones más apartadas y vulnerables del país.
No concibe un país que no respete las diferencias y por eso también apoya a la comunidad LGBTI. “Obviamente tengo muchos amigos estilistas que son gays y no puedo ser indiferente ante el irrespeto hacia ellos”, dice.
Vanessa es una mujer guerrera, trabajadora, que logra lo que se propone. Su papá murió de diabetes cuando ella tenía 13 años y su mamá los sacó adelante a ella y a sus cinco hermanos de sangre, porque en total son 18. “De ella aprendí que las mujeres también podemos criar a nuestros hijos y educarnos para representar de la mejor manera a la sociedad”.
La ‘barbie negra’, como la llaman en los medios, estudió Hotelería y Turismo en Medellín y se espe-
Vanessa será representante a la Cámara hasta el 20 de julio de 2018, cuando termina el periodo legislativo.
cializó en mercadeo turístico. Está casada con el empresario caucano Andrés Ibarra y tiene un hijo de 6 años, Juan Diego Ibarra, quien la acompaña a algunas de sus correrías políticas. “Aunque suene a frase de cajón desde que soy mamá mis prioridades cambiaron y mi objetivo desde el Congreso es trabajar por el bienestar de los niños y de las mujeres”.
Sus padrinos políticos son Germán Vargas Lleras y Maurice Armitage, el alcalde de Cali, a quien apoyó en varios proyectos. “Él es un hombre que cree y trabaja por las comunidades. Ha hecho una lucha anticorrupción muy importante”. Vanessa vive en Cali y viajará con frecuencia a Bogotá para asistir a los debates parlamentarios. No tiene muchos amigos dentro el Congreso y dice que le gustaría conocer a Angélica Lozano, a quien respeta por el trabajo legislativo que ha hecho. También admira a Hillary Clinton.
Ahora su prioridad es hacer un buen trabajo en la Cámara de Representantes y no defraudar a la co
confianza.• munidad que le dio el voto de