A HARRY LE SALIÓ OTRO PAPÁ.
Los rumores de que el príncipe no es hijo de Carlos de Gales siguen imparables. Ahora, las especulaciones apuntan no solo a James Hewitt, el famoso amante de su madre, sino a otro pelirrojo como él, Mark Dyer, que ha sido su mentor desde niño.
El nuevo duque de Sussex quiere hacerse una prueba de ADN para saber si es hijo de Carlos de Inglaterra. Se especula que el príncipe es fruto de un romance furtivo de Lady Di con Mark Dyer.
Meghan Markle
no era la única que tenía problemas con su padre por los días de su publicitada boda con Harry. De hecho, según National Enquirer, mientras que ella hacía el oso al descubrirse que Thomas Markle posó para un paparazzi por dinero, su flamante marido enfrentaba los airados reclamos de Carlos de Gales, furioso porque su hijo menor incluyó en la lista de invitados al matrimonio a Mark Dyer, un exoficial de los Welsh Guards que fue su caballerizo.
Carlos le insistió al príncipe que revocara la invitación, pero fue en vano y entonces, aseguró el tabloide, le espetó: “¡Vivo enfermo de ser un don nadie para ti! Nunca me has querido. Me culpas por la muerte de tu madre y sé que te gustaría no ser mi hijo. Bien, esta es la verdad, Harry: ¡No soy tu padre!”. Desconcertado, el joven le contestó: “¿De qué estás hablando? ¿Quién diablos es mi padre?”, a lo que el heredero al trono solo le respondió: “Debiste preguntárselo a tu madre”.
Por eso, Harry ahora está empeñado en hacerse una prueba de ADN para saber si es hijo o no de Carlos. Pero el Enquirer asegura que una fuente cercana a la familia real le reveló que, en efecto, no tienen la misma sangre y que su padre es Dyer, con quien Diana habría tenido un romance furtivo, del cual no se saben mayores detalles. La teoría es absurda para muchos, pero quienes la apoyan se basan en el gran parecido entre los dos, en especial en el pelo rojizo, los ojos azules y la nariz.
No es la primera vez que se habla con nombre propio del supuesto verdadero progenitor del popular Harry, nombrado duque de Sussex por su abuela, la reina Isabel II, tras su reciente casamiento. Por años, se ha hablado de James Hewitt, con quien Diana tuvo un tórrido romance que ella misma reconoció en su explosiva entrevista para el programa Panorama, de la BBC de Londres, en 1995.
Sin embargo, personas tan allegadas la fallecida princesa, como su mayordomo Paul Burrell, sostienen que ella conoció a Hewitt tras el nacimiento de Harry y por eso para muchos resulta atractiva la hipótesis de Dyer, que tendría otro factor a su favor y que respondería a una vieja creencia: la sangre tira.
Mark Dyer y Harry se empezaron a querer apenas el primero comenzó a trabajar para Carlos, en 1995. Tras la muerte de Diana, dos años más tarde, el caballerizo recibió el encargo de estar pendiente de él y su hermano William, junto con la niñera, Tiggy Legge-bourke, con quien hasta tuvo un romance. La biógrafa Penny Junor cuenta que Harry fue quien más se apegó a Marko, como lo llaman familiarmente, por el modo en que lo ayudó a sobrellevar el duelo por la pérdida de su madre.
Después del multitudinario sepelio de la llamada ‘Princesa del Pueblo’, Carlos tuvo que retomar sus compromisos y Dyer organizó un safari en Botswana para Harry. Desde ese momento, se convirtió en la figura más influyente en su vida. Fue él quien lo llevó a Lesotho, donde al ver el sufrimiento de los niños con sida, se propuso crear su primera organización benéfica, Sentebale, a los 19 años. Carlos le dio su aprobación, pero fue Dyer quien trabajó hombro a hombro con él para darle forma a la fundación, que aún existe.