MARÍA CAROLINA HOYOS, DE TRAVESÍA POR ÁFRICA.
La hija de Diana Turbay rba y directora de la Fundación ndación Solidaridad por Colombia viajó al corazón del continente negro. No solo conoció la experiencia de otras entidades filantrópicas, sino que tuvo tiempo para un pícnic entre fieras salvajes.
La hija de Diana Turbay y directora de la Fundación Solidaridad por Colombia compartió con Jet-set las imágenes de su reciente viaje a Ghana y Kenia.
Era la segunda vez que iba a África, pero en esta ocasión el viaje de María Carolina Hoyos, directora de la Fundación Solidaridad por Colombia, fue de doble vía: no solo porque abrió el horizonte profesional, sino por el enriquecimiento espiritual que encontró en la mitad de la selva.
En la región de Nyapenya, Ghana, conoció la experiencia de los baños que funcionan sin agua en las áreas rurales y que replicará en Mocoa, Putumayo, a través del organismo que lidera como sucesora de su abuela Nydia Quintero de Balcázar. Igualmente en Kenia, después de una travesía de ocho horas en avión, disfrutó de las aventuras de un safari, pero sola, sin sus dos hijos ni los amigos con los que viaja dos veces al año. “Era la primera vez que viajaba sin mi familia. Por fortuna, en Acra me encontré con mi tía Claudia Turbay Quintero, quien es embajadora colombiana en 18 países africanos. Luego nos despedimos y me interné en la selva”, recuerda la filántropa y periodista.
La representante diplomática, a quien no veía desde hace cuatro años, la acompañó solo en el territorio ghanense, donde también participó en la Jornada Mundial de la Libertad de Prensa, que organizó la ONU. En el encuentro se debatieron temas coyunturales, como el control de los medios en Venezuela y los desafíos de la información de Estados Unidos en plena era de Donald Trump. Durante el evento, el organismo internacional entregó el Premio Guillermo Cano a Shawkan,
un reportero gráfico detenido en Egipto por registrar las revueltas civiles que estallaron cuando fue derrocado el presidente Mohamed Morsi. “Fue interesante porque en este escenario de reflexiones también se habló de los peligros de las noticias falsas y del desbordamiento informativo en las redes sociales”, explica Hoyos Turbay. Este tipo de temáticas han sido foco de su interés desde que se dedicó al periodismo, casi al tiempo en que asesinaron a su mamá, Diana Turbay Quintero.
En uno de los momentos de descanso visitó la reserva ecológica Tafi Atome, donde los primates se bajan de los árboles para hacer todo tipo de monerías. Cuando llegó a Nairobi, la capital de Kenia, estuvo a punto de apagar el celular, pero fue imposible no tomar fotos ante las fascinantes estampas turísticas que encontró en el santuario de las jirafas
de Rothschild, caracterizadas por ser más altas y menos amarillas que el resto de su especie; lamentablemente, solo sobreviven 800 ejemplares en el mundo y su peligro de extinción es inminente. En la zona existen hoteles y cafés, donde estos hermosos animales les arrebatan las meriendas a los turistas.
También visitó el ‘orfanato’ en el que viven las crías de elefante que han sobrevivido al terror de los cazadores. “Ninguno de estos bebés tiene mamá. Puedo decir que fue uno de los episodios más conmovedores del safari”, dice Hoyos Turbay.
Pero sus aventuras llegaron más lejos: hasta el parque nacional de Amboseli, de unos 392 kilómetros, donde están confinados los últimos leones, hipopótamos y elefantes de la salvaje Kenia. “Siempre anduvimos en alerta por tantos animales peligrosos. Pero aun así, un día me bajé del carro y en plena selva armé un pícnic”, recuerda entre risas.
Después de esto, María Carolina quedó conectada para siempre con África. Un grupo de líderes de su fundación viajará a Ghana para hablar de liderazgo y educación. Una misión africana llegará a Colombia con el objetivo de conocer algunas de las gestiones de Nydia Quintero, como la guardería de San Pelayo, Córdoba, tierra de conflictos armados. Después de todo, África y Latinoamérica siempre han compartido las mismas necesidades y tragedias.•
Por primera vez viajó sola, por supuesto atendiendo las medidas de seguridad que le entregó el cuerpo diplomático.