Padres de talla mundial
Las vidas familiares de estos futbolistas de las selecciones de Colombia, Argentina y España son tan comentadas como sus goles. Las redes sociales han sido el mejor campo de juego para hacer gala de su faceta paternal.
James Rodríguez Escrito en el corazón
Salomé representa todo lo que soñó el 10 de la Selección Colombia. James Rodríguez lleva su nombre tatuado en el brazo derecho desde que ella nació, el 29 de marzo de 2013. Pero hace un año su paternidad se complicó cuando se divorció de su esposa, Daniela Ospina, la deportista antioqueña con quien estuvo casado seis años y medio. “Lo más importante es que nuestra hija crezca segura y tranquila”, dijo James cuando al fin rompió el silencio, meses después. A pesar de que el jugador del Bayern Múnich vive en Alemania y su hija en Colombia, la relación familiar se ha mantenido en buenos términos y las dos lo visitan con frecuencia. En la Navidad pasada, James subió a sus redes sociales la celebración de las fiestas de fin de año en Santa Marta y Medellín, y el día del cumpleaños de la pequeña le volvió a declarar su amor desde la distancia: “Tu sonrisa es mi felicidad, mi mayor reto es que seas una gran persona, ser tu mayor ejemplo. Gracias por alegrar mi vida y ser mi motivación”. En este Mundial Rusia 2018, muchos esperan que el ídolo -quien fue padre a los 21 años- bese varias veces las seis letras tatuadas en su piel, porque en el mundo ya es conocido su gesto cada vez que marca un gol.
Falcao García Hijas de Tigre...
Las tres veces que su esposa, la argentina Lorelei Tarón, estuvo embarazada, familiares y fanáticos le enviaron buenos deseos a Falcao en sus redes sociales. El más frecuente era que ojalá naciera un heredero de su talento futbolístico. El 13 de diciembre de 2017, el delantero de la Selección Colombia cumplió diez años de casado, y en este tiempo han llegado a su vida tres niñas: Dominique, Desirée y Annette, la más pequeña, que en agosto celebrará su primer cumpleaños y cuyo nombre significa “gracia de Dios”. Ellas son sus chicas, “las princesas del papá”, así las nombra el jugador del AS Mónaco cada vez que publica una foto familiar. Aunque las dos mayores, de 5 y 3 años, han demostrado una fuerte inclinación por el canto, igual que su mamá, parece que el futbolista no pierde la esperanza de que alguna decida patear uno de los balones que les da de regalo en todas las celebraciones especiales. Pero finalmente no importa lo que ellas decidan ser, para el creyente evangélico siempre será una bendición ser su padre y acompañarlas en su crecimiento. No por nada Lorelei lo describe como “un papá lleno de sabiduría y amor que instruye a nuestras hijas en el camino seguro”.
Lionel Messi Un papá ídolo
Gracias al nacimiento de Ciro, el tercer hijo de Leo Messi, los seguidores del futbolista pudieron ver varias fotos muy tiernas de la familia. Antonella Roccuzzo, su esposa, fue quien las subió a su cuenta de Instagram, y en ellas Thiago y Mateo, los hermanos, y el deportista argentino lucen felices con el nuevo integrante de la familia. Thiago, de 5 años, es el único que tiene edad para reconocer mínimamente la fama de su padre. El mismo jugador confesó en una entrevista que el niño prefería en muchas ocasiones no decirle ‘papá’ en la casa, sino como lo nombran sus compañeros de escuela: ‘Leo Messi’. A diferencia de otras estrellas del deporte, él es conocido por rechazar invitaciones a fiestas, siempre con el mismo argumento: prefiere estar en la casa con su familia. Y allí, como dan cuenta las redes sociales de la pareja, el argentino disfruta jugando con los pequeños, llevándolos al colegio o leyéndoles libros como Topito terremoto. Con tres hijos, el admirado deportista ha confesado que sueña con una “nena”, pero por ahora se concentrará en disfrutar a Ciro, quien cumplirá cuatro meses el 10 de julio, cinco días antes de la final de la Copa del Mundo en la que su padre espera conseguir por primera vez el único título esquivo de su carrera. Al oír al delantero argentino hablar de sus “pibes” y ver los planes familiares puede decirse que las descripciones que hacen de su juego aplican para su faceta paternal. Para Thiago, Mateo y Ciro, Leo es “Batman”, un “dios”, un “crack” y un papá “Play Station”, que hace posible lo imposible.