Un hombre de carreras
El rector de la Universidad de la Costa se prepara para recorrer más de cuatrocientos kilómetros en bicicleta, nadar diez y correr ochenta y cuatro en una competencia de tres días. ¿Cómo lo hace? Acá su secreto.
Cuando le preguntan a
Tito José Crissien Borrero cómo logra ser el rector de la Universidad de la Costa y a la vez correr maratones, responde sonriendo: “El día tiene veinticuatro horas”. A sus 42 años, después de más de una década a la cabeza de una de las más prestigiosas instituciones educativas del país, el barranquillero logra entrenar y prepararse para competencias de carácter mundial sin descuidar su prioridad: ofrecer una educación integral que le brinde a los estudiantes las herramientas necesarias para contribuir al crecimiento económico, la equidad social y al cuidado del medio ambiente del país.
En su juventud fue nadador, pero luego el sedentarismo y el sobrepeso llevaron su vida en otra dirección. Fue hace seis años que decidió cambiar su estilo de vida y compró un par de zapatillas para empezar a correr. El primer triatlón Ironman en el que participó fue en 2013, en Panamá. Hoy, acumula tres circuitos Ironman completos y tres medios, una maratón de Nueva York y una de Londres. Ahora, a medida que desempeña su labor como rector, se prepara para convertirse en el quinto colombiano en competir en el triatlón Ultraman en Florida en 2019. Tres días en los que completará la prueba de natación de 10 kilómetros, la más larga que existe a nivel olímpico, seguida de 140 kilómetros en bicicleta. Después se retará 276 más pedaleando y en el tercer día completará dos maratones que suman 84 kilómetros.
Dice que cualquier persona puede correr una maratón. “Solo se necesita la disciplina y la entrega suficiente”. Para él, que se presenta como el papá de Julieta, Emma y Tito Pablo, y el esposo de Rosmery, ningún reto es demasiado. Ni siquiera el de integrar las TIC al programa educativo cuando muchas personas satanizaban el uso de celulares dentro de las aulas de clase. El rector entendió que el verdadero problema no es que los jóvenes utilicen los celulares para buscar la información, sino que desarrollen competencias utilizando las nuevas tecnologías. Que vean documentales en Youtube, que debatan en Twitter o intercambien ideas en Instagram. Desde su experiencia ha sido un reto enorme, pero gracias al trabajo de todo el equipo de la universidad, hoy los jóvenes pueden disfrutar de un modelo educativo que no se centra en las charlas magistrales, sino en la interacción y el uso de nuevas tecnologías para aprender.•