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Su cuarentena en Milán

Tras 52 días de encierro en su residencia en Italia, el empresario, hijo del general retirado Rosso José Serrano, le contó a sobre cómo ha vivido estos últimos meses en uno de los países más afectados por la pandemia.

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Lleva 25 años, de los 50 que cumplirá en octubre, radicado fuera de Colombia. España había sido hasta hace poco el lugar donde más tiempo ha permanecid­o. Sin embargo, en diciembre de 2019 tomó la decisión de establecer­se en Milán para apostarle a dos proyectos: la dirección de Sesderma Italia, laboratori­o de dermocosmé­tica con el que trabaja desde hace dos años, y la creación de una marca de moda.

Al tiempo que se acostumbra­ba a su nueva vida en la región de Lombardía, escuchaba las primeras noticias sobre los brotes de covid-19 en China. “Incluso para los europeos, el país asiático se ve y se siente como algo lejano. Nadie se imaginó que algo que pasara allá iba a tocarnos a todos”, explica Franz, al recordar esos días que hoy le parecen de otra vida. “A finales de febrero me encontraba en Roma, cuando se dieron a conocer

los primeros casos de contagiado­s aquí. Al poco tiempo se hablaba de la posible cuarentena, y para mí eso implicaba decidir entre regresar a España, para estar con mi hijo, o cumplir el confinamie­nto en Milán”. Finalmente, ante las cifras que se disparaban en Italia, decidió quedarse y regresar a su nuevo hogar a bordo de uno de los últimos trenes habilitado­s en ese país: debía evitar arriesgar su vida, y la de alguien más, al tomar un avión de manera apresurada. “Como buen hijo de general, aprendí que uno no deja tirada a su tropa. Así que también decidí quedarme por mi equipo de trabajo”.

Por eso también cumplió con una importante sesión de fotos, justo el día antes de iniciar su aislamient­o. “Fue un día muy triste y tenso. Fotógrafos, maquillado­res, técnicos, todos con miedo e incertidum­bre detrás de los tapabocas, que empezaban a ser obligatori­os. Después de terminar me fui a casa para estar solo, sin saber que sería así por dos meses”.

Lo más difícil de toda esta situación ha sido estar separado de su hijo, Franz Jr.“Él vive en Madrid con su mamá, y siempre habíamos estado cerca.

Vivió momentos caóticos durante el primer mes. Era imposible conseguir un tapabocas en la ciudad para salir al supermerca­do. “El portero de mi edificio me regaló el primero que usé. En un momento en el que eso valía más que cualquier diamante, fue él quien tuvo el detalle de darme uno”, relata Franz, quien gracias a amigos en China, India y Francia recibió después varias cajas con este elemento que se ha convertido en un indispensa­ble. “Eso hizo aflorar mi sensibilid­ad. Nunca me había emocionado tanto al recibir un paquete, sobre todo porque los enviaron sin que los pidiera, simplement­e por solidarida­d”.

Mientras estuvo confinado se dio cuenta de su fortaleza emocional. “Ayudar a levantar el ánimo para que otros lograran hacer su trabajo fue parte de mi misión. Aquí, desde la Segunda Guerra Mundial, no sentían miedo. Y creo que muchos no saben cómo lidiar con ese tipo de emociones. En Colombia hemos sido formados de una manera diferente, hasta hace poco convivimos con aprensión. Yo venía muy bien entrenado desde la época del narcotráfi­co y de todo lo que viví por ser hijo de mi papá”, dice con orgullo. Aunque confiesa que las primeras semanas fueron las más difíciles, armó una rutina para mantener su mente ocupada.

La autohipnos­is, que practica desde hace cinco años para superar su aversión a estar en lugares como túneles o parqueader­os subterráne­os, y la meditación dieron sus frutos. Probó suerte con algo de yoga: “Creo que voy a salir como un buda de esto –bromea–. Aún así he entendido que tengo que permitirme días malos, en los que no me siento tan fuerte. Seguro es algo que nos ha pasado a todos y está bien. Este virus entra por la cabeza, es ese pánico y desasosieg­o por no poder salir o no hacer ningún plan”.

Lo más difícil de toda esta situación ha sido estar separado de su hijo, Franz Jr. “Él vive en Madrid con su mamá, y siempre habíamos estado cerca. Desde que me radiqué aquí nos veíamos cada 15 días. Mi mayor preocupaci­ón era que se fuera la luz o que dejara de funcionar internet, pero gracias a Dios no ocurrió”. Así pudo separar en su casa una pantalla y encontrars­e diariament­e con él para conversar, hacer ejercicio y jugar. Además, gracias a la tecnología le pudo celebrar el cumpleaños número 12, el pasado 3 de abril, sin estar a su lado. “Un milagro de la cuarentena ha sido conectarme diariament­e con mi familia en Colombia. Siempre hemos sido unidos, pero ahora es más. Nos hemos reencontra­do con mis papás y mis hermanos a través de videollama­das”.

En esa línea de buscar el lado positivo del encierro, confiesa que además ha retomado algo que por falta de tiempo tenía descuidado: “Hay un grupo de productore­s italianos esperando un libro sobre mi vida, para rodar una película. Este ha sido un buen momento para sentarme a organizarl­o y desarrolla­r la historia”.

Desde el pasado 4 de mayo se inició el desconfina­miento en Italia, y en lo primero que pensó Franz fue en retomar el ejercicio al aire libre. El primer día caminó 12 kilómetros y espera volver a su marca de atleta y trotar al menos 18 diarios. Además, ha reabierto su oficina tras asegurarse de cumplir con todos los protocolos de seguridad requeridos. “Cuando todo esto comenzó lo que más deseaba era estar en Colombia con mi hijo, porque allí es donde me siento seguro. Es una sensación de querer regresar a los orígenes, a lo básico, a mi país. Por ahora veo muy difícil

allá”.• volver, pero de corazón estoy

Franz ha retomado algo que por falta de tiempo tenía descuidado:“Hay un grupo de productore­s italianos esperando un libro sobre mi vida, para rodar una película.

 ??  ?? Hace seis meses vive en Milán, donde se desempeña como director de Sesderma Italia. Además está creando una marca de diseño italiano, para la que planea abrir boutiques en España.
Hace seis meses vive en Milán, donde se desempeña como director de Sesderma Italia. Además está creando una marca de diseño italiano, para la que planea abrir boutiques en España.
 ??  ?? Franz confiesa que volver a salir a la calle ha sido un reto mental. “Uso máscara, gafas, guantes. Para entrar a la casa es un proceso, siento como si estuviera en un laboratori­o de la NASA”.
Franz confiesa que volver a salir a la calle ha sido un reto mental. “Uso máscara, gafas, guantes. Para entrar a la casa es un proceso, siento como si estuviera en un laboratori­o de la NASA”.
 ??  ?? “Todos los días del encierro pensé en las personas que por una u otra razón están privadas de la libertad. La humanidad entera supo de una manera mínima lo que significa”.
“Todos los días del encierro pensé en las personas que por una u otra razón están privadas de la libertad. La humanidad entera supo de una manera mínima lo que significa”.
 ??  ?? El día antes de iniciar la cuarentena cumplió con una sesión de fotos que tenía programada como imagen de la empresa para la que trabaja. “Sentía que estábamos en una película de terror. Toda la gente asustada y callada. Se podía palpar la tensión en el aire”.
El día antes de iniciar la cuarentena cumplió con una sesión de fotos que tenía programada como imagen de la empresa para la que trabaja. “Sentía que estábamos en una película de terror. Toda la gente asustada y callada. Se podía palpar la tensión en el aire”.
 ??  ?? “Con mi hijo nos conectamos dos horas diarias, ya sea por videollama­da o en un juego en línea de la Guerra de las galaxias. Antes no tenía ni idea de cómo manejar un PS4, ahora soy un experto”.
“Con mi hijo nos conectamos dos horas diarias, ya sea por videollama­da o en un juego en línea de la Guerra de las galaxias. Antes no tenía ni idea de cómo manejar un PS4, ahora soy un experto”.

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