Catherine Deneuve y Johnny Hallyday
Los dioses de la farándula francesa ocultaron su relación sentimental por más de medio siglo, según sorprendentes revelaciones de la revista Paris Match.
Un amor furtivo
Pocos franceses son tan famosos como Catherine Deneuve y Johnny Hallyday. Ella, inmortalizada en filmes de culto como Belle de jour, es considerada un monumento nacional en su país, mientras que él, llamado “el roquero más tierno del planeta”, fue tan amado por sus compatriotas, que ríos de gente se volcaron a las calles de París para tributarle una soberbia despedida cuando murió en 2017.
Ambos, libertarios por definición, siempre fueron una caja de sorpresas para esa Francia que ha seguido sus vidas y milagros obsesivamente. Una nueva manifestación de ello se da por estos días en que se descubre que se amaron desde los 18 años y hasta la desaparición de él, con un amor sublime e incondicional, aunque nunca pudieron celebrar sus bodas.
Un atisbo de la conmovedora historia surgió en 1997, cuando él confesó en una entrevista que su pasión más íntima la había inspirado una mujer a la que solo llamó Lady Lucille, para proteger
Catherine Deneuve corrió a los brazos de Johnny cuando RogerVadim la dejó por Jane Fonda.
su identidad, según Paris Match, revista que acaba de confirmar que se trataba de Deneuve.
Para desentrañar el curioso pasaje, hay que devolverse a 1961, cuando tenían 18 años y protagonizaron Parisiennes, una de las primeras películas de ambos. La iniciativa de darle el papel de Jean Allard a Hallyday fue de Roger Vadim, guionista de la obra y quien formaba con Catherine una de las parejas estrella de esa gran época del cine galo. Vadim, amado también por Brigitte Bardot, se arrepentiría de la idea.
“En el set, armado con su guitarra y una canción de su protector, Charles Aznavour, el joven de 18 años solo tenía ojos para la actriz, quien le correspondió”, cuenta en Paris Match Benjamin Locoge, cronista que desenterró el cuento. Vadim quedó médusé (boquiabierto) y le pidió cuentas a Catherine, cuya respuesta solo le sembró la duda sobre la real naturaleza de sus sentimientos por Johnny que no se disipó nunca. Cuando el cantante se enteró de esa confusa escena, resolvió suicidarse al estilo de James Dean, conduciendo a toda velocidad su carro por una autopista. Pero cuando estaba listo para el envión final, se quedó sin gasolina y hasta ahí llegaron los planes.
En 1963, Deneuve fue terriblemente humillada por Vadim, quien le puso los cuernos a la vista de todos con la gran vedette de Hollywood Jane Fonda. La francesa hizo sus maletas y corrió a los brazos de Johnny en Lyon. Entre el 12 y 13 de diciembre, sostienen allegados muy íntimos a los dos, “hicieron un pacto del corazón, un pacto de amor: siempre estarían el uno para el otro”.
Johnny encontró refugio emocional en Catherine luego de su segundo intento de suicidio en 1966.
Dos años atrás, cuando él quiso estar con Catherine, ella no se encontraba disponible. En 1963, los roles se invertían, ya que Hallyday era novio de la cantante Sylvie Vartan, con quien se casó en 1965, cuando Deneuve hizo lo propio con David Bailey, uno de los más grandes fotógrafos de moda y celebridades del siglo XX.
En septiembre de 1966, a pocas semanas del nacimiento de su hijo David, Johnny intentó de nuevo quitarse la vida y Catherine lo visitó secretamente todos los días que pasó en el hospital, a horas improbables, para reconfortarlo. Seis años más tarde, él recayó en crisis porque se descubrió que le fue infiel a Sylvie con Nanette Workman. Ella vivía ahora con Marcello Mastroianni, pero lo acogió con los brazos abiertos y lo ayudó a retomar el rumbo, recordó la crónica.
Dejaban de verse dos, tres años, hasta que se topaban una vez más y los afectos seguían intactos, como sucedió a comienzos de la década de 1980. Como nunca, el amor se vio favorecido porque ambos estaban solos y se dedicaron a disfrutar de las grandes fiestas en discotecas parisienses como L’Elysée Matignon o Martine’s. Hay quienes creen que no se dieron una oportunidad como pareja, porque Catherine también era amante de su colega Gérard Depardieu y el músico Serge Gainsbourg, con quienes ella y el cantante salían de rumba. Pero un amigo de Hallyday le descubrió a la revista el verdadero motivo: “Johnny no habría corrido jamás el riesgo de perder a Catherine, quien, por su parte, nunca le abrió la puerta a una vida juntos. Ella conocía sus angustias, sus problemas con el alcohol y las drogas, y prefirió estar siempre ahí para él antes que compartir su vida. Si hubieran vivido juntos, se habrían separado como muchas parejas del show business”.
En los años 1990, los devaneos sutiles continuaron. Johnny le dedicó a Catherine una canción, Lady Lucille, en la que le decía: “Si te llamo a menudo / Si te cansas de mí / Si a veces soy infiel”. Al oírla, la actriz empezó a enviarle faxes, ante lo cual Laeticia, su cuarta y última esposa, lo puso contra la pared: “O Catherine o yo”. Él la eligió a ella, pero Deneuve no se esfumó de la vida de Johnny, pues no se perdía sus conciertos en París y al final corría a felicitarlo al camerino.
Laeticia le temía al dominio que Deneuve parecía ejercer sobre su esposo. En 2003, invitó a la actriz a una cena, pero la sentó lejos de Johnny, al otro extremo de la mesa. Y cuando le celebró sus 67 años, en 2010, si bien la ubicó a la derecha del cantante, marcó territorio sentándosele en las piernas. Esa fue la última vez que las estrellas se vieron. En adelante, los compromisos de ambos les impedirían departir, pero Catherine no descuidaba a Johnny escribiéndole siempre a su teléfono. Él, de su lado, jamás dejó de enviarle flores por su cumpleaños y Año Nuevo.
La protagonista de Indochina tardó meses en aceptar la muerte de Johnny y hoy no tolera que nadie la indague sobre su relación con él. “Deneuve ha construido su mito y su leyenda así: nunca ha respondido preguntas sobre su vida privada (…). Su silencio es el más bello homenaje al hombre que tanto amó, con sus demonios y
Match.•
debilidades”, concluyó Paris