JOHN TRAVOLTA LLORA LA MUERTE DEL AMOR DE SU VIDA.
Casi nadie se acordaba de que el actor llevaba casi treinta años de casado con con los hombres más apetecidos de Hollywood. Su desaparición
Tras treinta años de matrimonio, la muerte de Kelly Preston, se suma a la lista de desgracias que empañan la vida del protagonista de Pulp fiction.
Los planes de una boda que se celebraría por todo lo alto en Nueva York, bajo los reflectores y con los asistentes más destacados del mundo del espectáculo, se interrumpieron súbitamente cuando Kelly Preston, la novia, entró en pánico por la dimensión que habían tomado las cosas. Huyó a París junto a John Travolta, su prometido, y en una ceremonia privada en el Hôtel de Crillon se dieron el sí frente a un ministro de la iglesia de la cienciología, en 1991.
Para Preston, la cuarta fue la vencida. Entre 1985 y 1987 estuvo “infelizmente casada” con el actor Kevin Gage, como describiría ese matrimonio tres décadas después. Al año siguiente de su divorcio quedó flechada por George Clooney, cuando apenas estaba por convertirse en el más amado del mundo. Al poco tiempo se fueron a vivir juntos, pero el romance no prosperó. Para 1990 llegó a estar comprometida con Charlie Sheen, de quien se dijo que le había disparado en un brazo. Solo en 2011 el polémico actor daría más detalles de lo ocurrido aquella noche. Según él, un revólver que solía cargar en sus pantalones se accionó cuando Preston lo dejó caer al suelo. De cualquier forma, los planes de matrimonio fueron desechados al poco tiempo.
Nunca le faltaron pretendientes, y de haberle prestado atención a uno de ellos, habría podido terminar en la Casa Blanca. Donald Trump contó en un blog en 2009 que, mucho tiempo atrás, había quedado fascinado con Preston al verla en una discoteca,
Entre el amor y el juego
Hawaii Five-0 Chips.