EL DUQUE DE SUSSEX: ¿ARREPENTIDO?.Confinado
El príncipe Harry ha visto frustrado su deseo de iniciar una nueva vida en Estados Unidos y eso lo ha puesto a pensar si renunciar a la familia real británica fue la mejor decisión, asegura la prensa de Londres.
en Estados Unidos, y sin poder avanzar con su vida, el príncipe Harry cuestiona su decisión de haber renunciado a la familia real.
Con su grito de independencia, que estremeció a la realeza a comienzos del año, los duques querían romper completamente con Gran Bretaña y su más preciada institución, la Corona, de modo que aquel fue un desplante mayúsculo. Incluso cuando aún desempeñaban funciones como representantes de la monarquía, los jóvenes esposos desdeñaban costumbres antiguas y respetadas, como que les hicieran la reverencia. Hay quienes aseguran que escucharon a Meghan decirle a su marido: “Harry, esto es aburridísimo, salgamos de aquí”, a los pocos minutos de llegar a un garden party en el Palacio de Buckingham en honor del príncipe Carlos, su suegro. En fin, se rebelaban contra un sistema que, aseguran los Sussex, fue racista con Meghan, la primera mujer de ascendencia afro en emparentar con los Windsor, y la dejó desprotegida frente a la prensa.
Gran Bretaña les parecía invivible, pero ahora surgen indicios de que empiezan a comprender las verdaderas dimensiones de no contar con el poderoso y multimillonario amparo de la casa real. Cronistas como Emily Andrews, editora de realeza del Mail on Sunday, aseguran que la pareja da la impresión de no poder desprenderse de lo que dejaron atrás, pues no paran de hacer públicos los mensajes que les envían a las fundaciones benéficas con las que tienen algún vínculo, como para seguir vigentes en la memoria del pueblo británico.
“Todo ello los hace ver irrelevantes”, dijo la editora, quien advirtió cierto oportunismo en sus recientes declaraciones sobre temas de actualidad, como el movimiento Black Lives Matter. A Harry lo criticaron al pedir perdón por la discriminación racial “como si fuera un líder mundial, cuando es el epítome del privilegio blanco”, señaló un analista.
Los diarios británicos pintan un cuadro melancólico de lo que están pasando los duques, aislados, a causa de la pandemia, en la mansión de doce habitaciones del rapero Tyler Perry en Los Ángeles, sin poder arrancar esa nueva vida por la que se enfrentaron a siglos de tradición.
Tuvieron que posponer para 2021 el lanzamiento de su nueva fundación, Archewell. También han tenido problemas con el registro de esa marca, que cobijaría hasta un programa de televisión, por fallas en el trámite, dijo la prensa local. El príncipe, hijo menor de Diana de Gales, ha visto paralizados, por la covid-19, sus planes de trabajar en turismo sostenible, con socios como Visa y Booking.com, aunque para muchos no tiene autoridad moral al respecto, dados sus frecuentes vuelos en avión privado, con los cuales contribuyó a la contaminación antes que atajarla.
Los observadores creen que los duques siguen siendo muy llevados de su parecer y lo malo es que adoptan decisiones que podrían perjudicarlos. Para la muestra, se sumaron al debate acerca del boicot a Facebook por permitir mensajes de odio y noticias falsas. El peligro de echarse de enemigo a un gigante de Silicon Valley como este consiste en que dichas empresas son las más dadas a pagar a oradores de alto perfil, precisamente el rol con que ellos, cobrando hasta un millón de dólares por discurso, pretenden generar los cuantiosos recursos que necesitan para llevar una vida igual o, al menos, parecida a la que les daba la familia real. “Silicon Valley no olvida los ataques en su contra”, dicen los expertos.
Diversas fuentes indican que las cosas están siendo más difíciles para Harry, pues dejó a su familia y amigos. Aunque
A Harry lo criticaron al pedir perdón por el racismo como si fuera un líder mundial, cuando es el epítome del privilegio blanco.