Juan Pablo Socarrás
EL AMOR, AMOR
Mi casa siempre ha sido mi lugar favorito. Hace más de dos años tomé la decisión de buscar el espacio para generar una experiencia íntima y perfecta con mi marca de diseño de ropa. Esa era mi casa antes de la pandemia: mitad hogar y mitad negocio, en donde he tratado que quienes vengan se sientan cómodos y se inunden de la amorosa energía que quiero transmitir. Después de más de tres meses solo, aprendí a disfrutarla más, a darle más amor, a lograr ese calor de hogar que le hacía falta. Aprendí a disfrutar cada uno de sus rincones. Volví a decorar por completo mi cuarto, pues se convirtió también en una oficina perfecta, desde donde he dado entrevistas, clases y conferencias, llegando a lugares a donde no pensé estar sin montarme en un avión.
El comedor dejó de ser espacio de trabajo para añorar las mesas que me enseñaron a hacer mi mamá y mi abuela. Ha sido mi manera de tenerlas cerca. He sacado manteles y vajillas, reservados para momentos especiales. Me di cuenta que soy mi momento especial.
Desde pequeño siempre quise cocinar, pero nunca me enseñaron. Gracias a la cuarentena, todos los días he aprendido algo nuevo, con un libro que me regaló Teresita Román de Zurek, y por video, con los infaltables consejos de mi mamá. Ya no solo pongo la mesa divina, sino que también cocino delicioso. Convertí el cuarto de huéspedes –que solo usaba cuando tenía visitas– en mi gimnasio personal, allí mínimo tres veces a la semana hago mi rutina.
No es fácil estar solo tanto tiempo, pero con mi imaginación, he logrado distraerme y hacer de mi hogar un lugar único. Me ha inspirado tanto que presenté desde aquí una pasarela virtual, y estoy diseñando mi colección primavera/verano 20/21: El amor amor, como el vallenato, inspirada en mis papás y que presentaré en Colombiamoda. Y como si fuera poco, he podido desarrollar otra idea que venía trabajando: “Historias hechas a mano”, una plataforma de capacitación y venta, para artesanos y poblaciones vulnerables. Al final, la cuarentena me volvió más creativo y empático, encontré la inspiración que me ha llevado a estar más cerca de alcanzar lo que siempre he anhelado: mi misión en la vida.