Julieta Piñeres
EL LUGAR MÁS SEGURO
Como lo han hecho todas las familias en Colombia, nos hemos adaptado a este momento tan difícil. Quienes tenemos hijos siempre hemos tratado de darles lo mejor que podemos, en el espacio que tenemos, y en estas circunstancias no sería la excepción.
Hemos dispuesto para Olivia un espacio con mesas y sillas, para que pueda sentarse a hacer diferentes actividades. Le ha servido no solo para hacer las tareas del jardín, sino también para dejar volar su imaginación, pintando, o con cualquier otra manualidad. En la terraza pusimos un columpio y una colchoneta para que pueda jugar y saltar. Hemos usado cada metro cuadrado, a tal punto que ya es normal que todos los días movamos muebles en la sala, el comedor y los cuartos, para que ella se sienta a gusto y también nosotros, especialmente cuando hacemos ejercicio.
Aunque ahora somos más flexibles en horarios y rutinas, levantarme, entrenar, desayunar con Oli, y alistarnos para buscar algo divertido para hacer juntas, es como inicio mis días. A la hora del almuerzo compartimos los tres preparando y comiendo; y debo confesar que le he encontrado el gusto a cocinar. Después, nos relajamos un poco antes de comenzar la tarde, el tiempo en que tenemos Maurizio y yo podemos dedicarnos a los compromisos de trabajo y a nuestros estudios. Hemos logrado que funcione turnándonos para cuidar a la niña y apoyándonos sin dudarlo. Como pareja nos hemos vuelto a conocer y eso ha sido fantástico.
Leer más, ver películas, pintar y disfrutar de mi familia y de mis mascotas, Lupe y Pancha, ha sido muy positivo... y qué mejor que hacerlo en el lugar en donde nos sentimos más seguros: nuestro hogar. Tal vez, ahora veamos las casas de una forma diferente, y nos concentremos en llenarlas de amor.