CLAUDIA BAHAMÓN Y MÓNICA FONSECA, SUSURRAN DESDE EL CORAZÓN.
Desde Estados Unidos y sin que la pandemia fuera impedimento, dos de las más prestigiosas presentadoras del país unieron sus voces e ideas en Cor, un podcast desde donde cuestionan, motivan y educan a su fanaticada.
Desde Los Ángeles, las presentadoras dan su opinión acerca de temas de actualidad en su nuevo podcast, Cor.
Claudia vive hace quince años en Los Ángeles, y desde que se enteró de que Mónica volvía a esta ciudad, no dudó en contactarla. “Me fascina abrirles las puertas de mi casa a los colombianos que llegan. Le escribí diciéndole que estaba a la orden”. Aunque son colegas de hace muchos años, pocas veces han coincidido en el trabajo y muy de vez en cuando se vieron en un entorno más personal. Entonces, Claudia vio una oportunidad. El año pasado recibió a Mónica y su esposo, el actor Juan Pablo Raba, como invitados. “Le dije: ‘Tenemos que aprovechar que vivimos en el mismo lugar y hacer algo
juntas’”. El encuentro ocurrió a los pocos días de uno de los capítulos más tristes en la vida de la opita: la muerte de su padre, Germán Bahamón. “Fuimos a acompañarlos en ese momento, a compartir. Y entre una y otra cosa cacharreamos con unos artilugios tecnológicos que teníamos por ahí a la mano, nos emocionamos y algo hizo clic”, recuerda Mónica.
Entusiasmadas y por sugerencia de su amigo en común, el estilista y fotógrafo Víctor Abril, se animaron a hacer una sesión de fotos juntas. “Se nos ocurrió hacerlas en un pícnic. Fue la oportunidad para conversar sobre esa idea que dejamos en el aire”. Lo que Mónica no sospechaba era que Claudia, con su desparpajo, quería acercarse mucho más porque le intrigaba su manera de ser: “Ella no es tan permeable y yo sentía que no podía ser solo una compañera de trabajo; tenía que haber esa química para charlar, para ser capaces de meter la cucharada en lo que la otra dijera. Si no era así, no íbamos a fluir”. Con grandes diferencias en sus personalidades, pero también con muchas cosas en común, como ser de la misma generación y tener dos hijos, consolidaron su sororidad. Así se lanzaron con este proyecto en el que participan sus productoras, Laura Zúñiga y Natalia Amaya: “Son las encargadas de hacernos notar el tiempo, porque si fuera por nosotras nos quedaríamos hablando horas y horas”, confiesan.
Tres semanas antes de que se declarara la cuarentena, grabaron por primera vez en la casa de Mónica. Hasta ese momento tenían la idea de registrar en video sus encuentros, pues pensaban que iban a verse con cierta frecuencia. “Acordamos el tipo de temas que nos interesaba abordar: la mujer y su rol en la sociedad, sus derechos; también la familia y los hijos. Sin embargo, ahora sentimos que no tiene límites. Todo se ha dado
Semanalmente se publica en las plataformas digitales un nuevo episodio de Cor. Mónica y Claudia graban remotamente, cada una desde su casa en Los Ángeles.
“Los podcasts no son algo nuevo, pero vivimos un momento propicio para este tipo de contenidos” , dice Claudia.
de una manera orgánica, porque al final es una charla”, dice Claudia... y Mónica complementa: “Es un diálogo enriquecido por nuestros invitados, especialistas en diferentes campos”. Así hablan. Se ultiman las ideas. Y es que han desarrollado tal empatía que no ha importado todos estos meses sin compartir el mismo espacio físico.
“Fue algo que nos nació del corazón. Por eso el nombre, Cor”, dice Claudia. “Surgió de la necesidad de comunicar. En medio del distanciamiento social, se ha convertido en un oasis, un espacio para hacer terapia sobre esas cosas que nos acercan y nos confrontan a todos como seres humanos”, comenta Mónica. Si bien Claudia tiene gran afinidad por la conservación del medio ambiente, y Mónica por el emprendimiento social, siempre están abiertas a todas las posibles temáticas. Con rigurosidad, investigan antes de abordarlas: han hablado de sexualidad, planeación urbana, belleza y estética. “Nos imaginamos haciendo especiales sobre medicina, gastronomía y, por qué no, sobre economía. Qué rico escuchar a dos mujeres desde sus perspectivas, haciendo las preguntas que haría cualquier persona interesada en saber más... seguro se va a ir dando en el camino”.
Una de las claves para hacerles sentir a sus oyentes que les hablan al oído es la sinceridad y espontaneidad con que ellas cuentan sus propias experiencias, y las de sus hijos y esposos. “Gracias a Simón y Juan Pablo aún tenemos mucha tela de donde cortar”, dice entre risas Claudia, quien asegura que Simón Brand no ha escuchado todo lo que han dicho de él. “Luca, Samuel, Joaquín y Josefina también son fundamentales en esto. Uno no se hace solo. Las raíces, la familia, son parte de lo que somos”, explica Mónica.
Esta es la nueva era de la radio, una selectiva, en la que cada quién decide qué escuchar y en qué momento hacerlo. Este dúo de mujeres contemporáneas está feliz de formar parte del cambio. “Los podcasts no son algo nuevo, pero vivimos un momento propicio para este tipo de contenidos”, asegura Claudia. “Hacemos lo que la gente quiere y necesita. Es algo propositivo que le pueda dar la
• vuelta hasta a lo más triste”, concluye Monica.