ERNST DE HANNOVER: NUEVO ATAQUE DE FURIA.
El decadente esposo de Carolina de Mónaco vuelve por sus fueros con un bochornoso escándalo, en el cual terminó internado en una clínica psiquiátrica tras enfrentarse a golpes con policías, a quienes amenazó con un cuchillo.
Uno de los más controvertidos personajes de la realeza europea, protagoniza un nuevo incendente en el que agredió a las autoridades.
En la madrugada del pasado 15 de julio la policía de la pacífica población de Grünau, en Austria, recibió la llamada de una persona que pedía auxilio urgentemente. Al llegar a la cabaña, los oficiales fueron recibidos por el príncipe Ernst August, jefe de la histórica casa real de Hannover, en un estado de extrema agresividad y dispuesto a atacarlos con un cuchillo. En el forcejeo por neutralizarlo, golpeó a uno de los agentes en el rostro y la escena se salió de control de tal forma, que el controversial aristócrata terminó en la unidad psiquiátrica de la clínica Vöcklabruck, ubicada en una localidad cercana.
El príncipe, que todavía está casado con Carolina de Mónaco a pesar de haberse separado en 2009, tiene una versión muy distinta de los hechos. Según le relató al diario austriaco Kronen Zeitung, los policías llegaron aparentemente borrachos a su casa, lo agredieron y lo encadenaron a una ambulancia durante cinco horas. “Grité hasta que me permitieron salir”, aseguró.
Como si el escándalo no fuera suficiente, a la semana siguiente Ernst se presentó en la comisaría de Scharnstein, otro poblado de la zona, para registrar una queja por lo ocurrido. Al encontrar el lugar vacío se devolvió en un taxi, pero en el camino se cruzó con dos policías que dirigían el tránsito. Le pidió al conductor que se detuviera, bajó la ventana y amenazó a los agentes con un bate de béisbol que cargaba para la ocasión.
Ernst August, pariente de todos los reyes de Europa, entre ellos Isabel II de Inglaterra, siempre ha sido problemático. En 2000 desató un incidente diplomático al orinar el pabellón de Turquía en la Exposición Universal de Hannover, en su natal Alemania. Así mismo, todavía se recuerda la forma en la que dejó plantados a Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, hoy reyes de España, en su boda en 2004, pues no pudo levantarse para asistir a la ceremonia, tras una trepidante fiesta la noche anterior, que además terminó en pelea. En el cubrimiento de la celebración real, Carolina fue fotografiada de mal semblante y con el pelo desarreglado. Medios como El País aseguran que el
después.• matrimonio entró en crisis poco