Jet-Set

ANA DE INGLATERRA DEBERÍA SER LA PRÓXIMA REINA.

La hija única de Isabel II cumple 70 años y muchos observador­es lamentan que no sea la heredera al trono.

-

La hija única de la reina Isabel cumple 70 años y muchos analistas lamentan que no sea la heredera al trono.

En condicione­s normales, las nuevas generacion­es son vistas como la esperanza de las institucio­nes. Pero en Gran Bretaña está sucediendo algo muy curioso y es que, en medio de una racha de escándalos, la monarquía se apoya cada vez más en personajes veteranos que, sin tanto alboroto, han coadyuvado a que la Corona siga siendo estimada por la opinión.

¿Un nombre propio? Ana, la princesa real, título que lleva por ser la hija única de la reina. Últimament­e ha sido noticia al cumplir sus 70 años y, por eso, el diario The Times le hizo un peculiar reconocimi­ento, en una nota titulada Princess Anne: the best queen we’ll never have (La princesa Ana: la mejor reina que nunca tendremos), que la presenta como el miembro mejor valorado de la familia real después de la reina, a imagen de quien se ha formado. Es decir, con una ética de trabajo inquebrant­able, férrea disciplina, discreción y apego a la neutralida­d de la realeza.

Es la más industrios­a de la familia real, con cerca de 500 compromiso­s al año, referentes a las más de 300 organizaci­ones sociales, militares y de otra índole de las cuales es protectora. Sir Nick Wright, su secretario privado por 17 años, le contó al diario que su sentido del humor es “estupendam­ente malvado” y su energía inagotable. “Con ella la jornada comienza muy temprano y termina a las 11:00 de la noche... todos los santos días”.

Vanity Fair le hizo en mayo una entrevista en la que le lanzó una especie de indirecta a su sobrino Harry y su esposa Meghan, duques de Sussex, quienes desataron un remezón por su pelea con la familia, acerca de lo que significa ser de la realeza: “No se trata de ‘nosotros’, sino de ‘ellos’, la gente. La cuestión es servir”. Al respecto de modernizar la monarquía, algo que los Sussex

dicen buscar, anotó: “Estas nuevas generacion­es no entienden que yo ya pasé por eso y sé qué tanto reinventar no funciona. Hay que volver a lo básico”.

Su trabajo benéfico la ha llevado a focos de pobreza del mundo que ningún otro Windsor ha pisado. A donde va, primero atiende a las personas de bajo perfil o más necesitada­s. En 1991, cuando la guerra del golfo Pérsico, en la que participó su patria, Ana visitó una base militar y puso patas arriba el programa porque prefirió, antes que saludar a los altos mandos, primero hablar por horas con las esposas de los soldados destacados.

Ana, continuó The Times, no causa jamás ampolla opinando sobre políticas de gobierno, familia y otros temas, como lo hace a menudo su hermano Carlos de Gales, heredero al trono. Es una conducta que molesta mucho, ya que la realeza, por constituci­ón, tiene prohibido hacerlo.

“Todo esto sugiere que Ana, en circunstan­cias radicalmen­te diferentes, sería la más digna sucesora de su madre. La reina y su hija se han vuelto muy cercanas en los últimos años”, señaló el diario, y citó una fuente cercana a palacio que comentó: “La impresión es que si el duque de Edimburgo (esposo de la reina) muere, será ella su principal soporte y no Andrés, duque de York, quien estaba tratando de darse a sí mismo ese rol, pero ahora está más ocupado en resolver su problema”.

El duque de York es el tercer hijo de la reina y es, junto con los Sussex, el otro motivo por

La publicació­n de unas cartas que delataban su romance adúltero conTim Laurence desató su divorcio de Mark Phillips en 1992.

el que la realeza británica ha estado en el ojo del huracán: fue salpicado por el escándalo de pedofilia del millonario Jeffrey Epstein, algo tan vergonzoso, que Isabel tuvo que retirarlo de sus funciones.

La probidad de Ana no siempre fue así. Desde joven, rompió el molde de princesa. Tuvo un Reliant Robin, un auto que tiene fama de carcacha. Compartió cuarto y baño con ocho personas en uno de sus viajes solidarios. Hasta fue condenada por un juez porque su perro mordió a dos niños. Y se negó a que sus hijos recibieran títulos nobiliario­s.

Ana fue la primera hija de un monarca en ser alumna de un internado, Benenden School, donde la conoció Penny Junor, biógrafa de la realeza, quien la describió como “una de las personas más groseras que he conocido en mi vida”.

De su padre, de quien es la favorita, evocó el Times, heredó no solo el carácter, sino el gusto por maldecir a los fotógrafos, que la asediaban inmiserico­rdemente en las décadas de 1960 y 1970, cuando la bautizaron “la princesa amargada”. Su mal genio es de antología. En 1974, su fiereza la salvó de ser secuestrad­a y el duque de Edimburgo, con su habitual picardía, dijo de los hampones: “¡Pobres de ellos!”

Nunca ha sido “la princesa del pueblo” que fue su cuñada Diana de Gales, con quien las relaciones eran frías. Según el Times, en una fiesta de Navidad, Ana gritó: “¡No me voy a dejar mangonear por esa cabeza hueca!”. A su otra cuñada, Sarah Ferguson, tampoco la pasaba.

Su vida privada también fue piedra de escándalo. El matrimonio con Mark Phillips terminó en una guerra de cuernos en la que se filtraron las cartas que le escribió a su supuesto amante, Tim Laurence, su actual marido, con quien se rumora que también está en problemas. En 1982, un tabloide habló de su “extrema familiarid­ad”, mejor dicho, que tenía un romance adúltero, con un escolta de Scotland Yard, que fue retirado del servicio a la realeza de inmediato.

Ana no tiene posibilida­des de llegar al trono (ocupa el decimocuar­to lugar en la línea de sucesión), pero ante las recientes tormentas que ha afrontado la casa real, opinan los observador­es, ella es una gran fuerza estabiliza­dora. Es más, cuando Carlos ascienda al trono su papel no se eclipsará, pues es la Windsor más comprometi­da: “La monarca que Gran Bretaña nunca imaginó que algún día necesitarí­a”, como concluyó

Times.•

The

En 1974 se les escapó a unos bandidos que pretendier­on secuestrar­la en medio de una balacera.

 ??  ?? La princesa real es la más trabajador­a de la familia, con 500 compromiso­s anuales y una fuerza estabiliza­dora de la monarquía en medio de sus actuales escándalos. Por todo esto The Times considera que merecería subir al trono. El problema es que ocupa el número 14 en la línea de sucesión.
La princesa real es la más trabajador­a de la familia, con 500 compromiso­s anuales y una fuerza estabiliza­dora de la monarquía en medio de sus actuales escándalos. Por todo esto The Times considera que merecería subir al trono. El problema es que ocupa el número 14 en la línea de sucesión.
 ??  ?? La imagen conmemorat­iva de los 60 años de la boda de la reina y el duque Felipe de Edimburgo en 2007. Sentados, la pareja real y el príncipe Carlos. De pie: Ana en medio de sus hermanos Andrés, duque de York, y Eduardo, conde de Wessex.
La imagen conmemorat­iva de los 60 años de la boda de la reina y el duque Felipe de Edimburgo en 2007. Sentados, la pareja real y el príncipe Carlos. De pie: Ana en medio de sus hermanos Andrés, duque de York, y Eduardo, conde de Wessex.
 ??  ?? Vanity Fair le dedicó su portada en mayo pasado con motivo de sus 70 años. En su juventud, rompió el molde de las princesas: andaba en un carro barato, tuvo sexo prematrimo­nial y maldecía a los fotógrafos.
Vanity Fair le dedicó su portada en mayo pasado con motivo de sus 70 años. En su juventud, rompió el molde de las princesas: andaba en un carro barato, tuvo sexo prematrimo­nial y maldecía a los fotógrafos.
 ??  ?? La segunda hija de la reina Isabel II nació el 15 de agosto de 1950. La foto fue tomada al año siguiente y en ella aparece además el príncipe Carlos de Gales, heredero al trono.
La segunda hija de la reina Isabel II nació el 15 de agosto de 1950. La foto fue tomada al año siguiente y en ella aparece además el príncipe Carlos de Gales, heredero al trono.
 ??  ?? Ana de Edimburgo se casó en 1973 con el capitán Mark Phillips. Su paje y su damita de honor fueron su hermano Eduardo y su prima lady Sarah Chatto. Su luna de miel fue un viaje por el mundo que incluyó a Colombia.
Ana de Edimburgo se casó en 1973 con el capitán Mark Phillips. Su paje y su damita de honor fueron su hermano Eduardo y su prima lady Sarah Chatto. Su luna de miel fue un viaje por el mundo que incluyó a Colombia.
 ??  ?? Su segundo esposo es el vicealmira­nte sir Timothy Laurence, con quien aparece en las carreras de Ascot de 2018.
Su segundo esposo es el vicealmira­nte sir Timothy Laurence, con quien aparece en las carreras de Ascot de 2018.
 ??  ?? Con sus hijos, lady Zara y Peter Phillips, a quienes no quiso que la reina les diera títulos nobiliario­s.
Con sus hijos, lady Zara y Peter Phillips, a quienes no quiso que la reina les diera títulos nobiliario­s.
 ??  ?? Como su madre, es una consumada equitadora. Aquí, durante su participac­ión en un torneo en Berkshire (1972). Cuatro años después compitió en las Olimpiadas de Montreal.
Como su madre, es una consumada equitadora. Aquí, durante su participac­ión en un torneo en Berkshire (1972). Cuatro años después compitió en las Olimpiadas de Montreal.
 ??  ?? Su relación con Diana de Gales era fría. “No me voy a dejar ‘mangonear’ de esa cabeza hueca”, dijo en una fiesta. Alternaron en el Remembranc­e Day de 1984.
Su relación con Diana de Gales era fría. “No me voy a dejar ‘mangonear’ de esa cabeza hueca”, dijo en una fiesta. Alternaron en el Remembranc­e Day de 1984.
 ??  ?? En la cena del Deportista del Año del Daily Express en el hotel Savoy de Londres, en 1972. Sacó el humor malévolo de su padre.
En la cena del Deportista del Año del Daily Express en el hotel Savoy de Londres, en 1972. Sacó el humor malévolo de su padre.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia