En el tiempo y lugar indicados
Después de cinco meses de cuarentena la exembajadora le abrió a Jet-set las puertas de su casa en Bogotá, y nos contó detalles de este año crucial para su vida personal, familiar y profesional.
Trabajar desde la casa ha sido para la mayoría una novedad difícil de manejar. Ángela no es la excepción. Desde sus épocas como concejal de Bogotá, cuando hizo campaña con un pito para denunciar las injusticias, y luego como embajadora de Colombia en Panamá, se acostumbró al ritmo frenético. Y aunque hace dos años ha estado al frente de proyectos familiares que le permiten estar más cerca de los tres hombres de su vida, el vuelco de estos meses ha significado un gran reto. “Nunca pensé que podría trabajar desde mi casa. En otro momento, para mí era indispensable e incluso disfrutaba el ritual de arreglarme antes de salir”.
Siempre se ha destacado por su elegancia y buen gusto. Pero ahora disfruta la calma, pues aun después de finalizar el confinamiento obligatorio, pasa la mayor parte de su tiempo en casa. Aunque no ha movido ni un solo mueble desde que comenzó la pandemia, ha procurado que el espacio de cada uno de los miembros de su familia sea el adecuado para sus actividades. “Mi hijo mayor, Carlos Andrés, se ocupa de sus cosas desde su cuarto, y el menor, Manolo, recibe sus clases virtuales en el estudio, mientras yo trabajo a su lado”, y es que reconoce que la educación de su pequeño de cinco años ha resultado un desafío.
Los planes familiares giran en torno a la comida y el entretenimiento: “Yo que poco me metía a la cocina, ahora me gusta leer recetas, comprar los ingredientes y luego dirigir la preparación de los platos... para sorprenderlos”. La rutina ha cambiado y de eso rescata el tiempo del que dispone para estar junto a su esposo, Juan Fernández. En lo que va del año han celebrado fechas especiales, como cumpleaños, el Día del Padre y de la Madre. Para esas ocasiones entre todos decoran la casa y piden comida a algún restaurante. Sin duda ha sido una época muy particular. Han vivido momentos duros por la monotonía, pero también otros que les han permitido valorar lo que tienen, que en su caso ha sido la oportunidad de compartir. “He vuelto a lo básico y necesario, y esto me ha llevado a darle aún más importancia a lo espiritual”, reflexiona, y destaca la oportunidad que ha tenido para reencontrarse consigo misma.
“Antes no advertíamos el paso del tiempo. La cuarentena ha sido un importante y necesario alto en el camino”.
El confinamiento también le ha servido para adquirir más disciplina a la hora de ejercitarse. Ya sea montada en su bicicleta estática o siguiendo las instrucciones de su entrenadora, disfruta al máximo este momento del día: “¡Ha sido lo mejor!, hacerlo diariamente lo ha convertido en un hábito... Es algo importante que se debe hacer no solo por los beneficios para el cuerpo, sino especialmente para la mente”. Pero la abogada barranquillera también extraña aquello que antes la mantenía activa: “Salir a trabajar, divertirme, verme con mis amigas, arreglarme y
hasta ponerme tacones”. Y aunque ya no usa tan frecuentemente esas prendas y zapatos favoritos de su clóset, que lucía para sus múltiples tertulias y reuniones sociales en las que se ha ganado la fama de buena anfitriona, no ha dejado de hablar con su círculo más cercano: “Hemos hecho planes virtuales, e incluso he hablado con amigas con las que hace mucho no conversaba”, cuenta entusiasmada.
Quien se definió en el pasado como una mujer segura, auténtica, pero sobre todo convencida de las causas, hoy comienza una nueva etapa
“He tenido tiempo para pensar, valorar y reencontrarme conmigo misma y con mi familia”.
laboral como miembro del equipo del Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, posicionado en agosto. Es un reto más que asume con entrega, pero con la esperanza de mantener ese equilibrio que ha logrado entre su trabajo y su vida familiar.
El balance de este tiempo, lo resume como un profundo pero sencillo aprendizaje que está muy bien ilustrado en un meme que circula por estos días en redes y chats: “Pensé que en 2020 conseguiría todo lo que quería. Ahora sé que fue el año en el que aprecié todo lo que
concluye.• tengo”,