Siad Char
Periodista
Pensar en cómo sería, me tomó mucho tiempo. Tenía claro que debía ser impactante, que tuviera muchísimo brillo y grandes plumas. Algo de sobriedad era importante. La clave era lograr que con ese traje viera y sintiera la emoción que me producen la belleza y las noches de Cartagena, mi ciudad.
Después de muchos dibujos e ideas, con mi diseñadora y amiga, Faride Ramos, y mi preparador, Franklin Ramos, llegamos a la conclusión de que el negro era el color ideal... en él brillaban los incontables “luceros” del cielo cartagenero representados en piedras de Swarovski. Como quería más identidad, pensamos en el pájaro que desde mi niñez veía por todos lados: la mariamulata que enamoró al maestro Grau y homenajeó con