María Alejandra Castillo

Atlántico

Esta barranquillera de 24 años, hincha del Junior, cuenta que desde muy pequeña ha perseguido dos grandes metas. La primera ya la cumplió: su título de comunicadora social y periodista de la Universidad del Norte, con calificación de cum laude en su tesis, una profesión que le ha permitido trabajar al servicio de otros. La segunda es representar al país en Miss Universo, algo para lo que se ha preparado toda su vida.

El sello de María Alejandra, quien además es políglota, es su dulzura. Pero esto no la hace débil. Por el contrario, equilibra la fortaleza interior que le viene tras superar varios obstáculos. Es hija de un militar herido en combate, por lo que desde pequeña conoció las limitaciones de su padre; tuvo que adaptarse a continuos cambios de ciudad y colegio, y aprendió a arrancar de cero cuantas veces fue necesario. “Entendí que en Colombia los héroes sí existen. Aprendí a adaptarme. Todo eso me preparó para cuando, hace cuatro años, mi familia completa se trasladó al exterior, y decidí quedarme aquí para luchar por mi sueño de ser Miss Atlántico”.

Para ella, esta es una oportunidad para amplificar su voz: “Hay que aprovechar y enviar mensajes de amor que contribuyan a crear una mejor sociedad”, dice la joven que espera alcanzar su objetivo y, sobre todo, seguir el ejemplo de su mamá: ser siempre una dama.

Habla a la perfección inglés, italiano y portugués, y le gustaría aprender francés y alemán. Su tesoro más preciado es un anillo de su abuela, María Lucila Santos, que reserva para usar en ocasiones especiales. Su prenda de vestir favorita son los jeans, por su comodidad y la versatilidad que les dan a sus outfits. Es buzo certificado, amante de los viajes y una lectora ávida. “Vivir este proceso, en medio de una pandemia, me ha permitido entender que el servicio a las personas es importante y gratificante”.