María Juliana Franco
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Fue la niña consentida de la casa. Creció en un mundo de adultos, entre papá, mamá y su hermano Alejandro, quien le lleva trece años. El carácter sociable y extrovertido de él contrastaba en aquel momento con la timidez de ella. “No fue una figura paterna, pero sí una persona joven que me entendió y me ayudó a superar límites e inseguridades”. Hoy él tiene 40 y ella 27, es “su adoración”, el ejemplo a seguir y mejor amigo.
Nunca se creyó el cuento de que era linda, porque uno de sus rasgos es la sencillez y la humildad. “No me siento una diva. Soy relajada, solidaria y cariñosa. Más que hablar me gusta escuchar y aconsejar, porque me conecto muy fácil con los sentimientos de los demás”.
Estudió Cine y Producción Audiovisual en el Politécnico Grancolombiano, profesión que no ejerce, porque las cámaras la prefieren frente a la lente, como reina y modelo. Y es que María Juliana supo lo que es ceñir una corona cuando quedó de virreina en Filipinas representando a Colombia en Miss Earth International 2017.
“Viajar sola en esa ocasión, atravesar tres continentes y enfrentarme a un país e idioma desconocidos fue una experiencia dura, pero a la vez enriquecedora. Me abrió los ojos al mundo y me ayudó a creer en mí misma”.
No hace alarde de ese título ni cree que le dé ventaja alguna en Miss Universe Colombia.