Ingrid Hartmann, ñ
Es una cucuteña que se siente orgullosa de sus raíces, de su familia y de su aporte a la región como fundadora de la red ‘Cucuteños por el mundo’.
Vive en Roma, pero aun así no deja de recordar esta ciudad “de sus afectos, donde hizo amigos para toda la vida y tejió historias que han marcado su comportamiento”.
Ingrid Hartmann Paz hace parte de ese grupo de cucuteños que se fue a hacer su propia historia al otro lado del mundo, queriendo cumplir los sueños y las metas que se propuso.
En su recorrido profesional ha logrado una destacada labor diplomática en el Ministerio de Relaciones Exteriores, en la Embajada de Colom- bia en Roma y en la Embajada de Estados Unidos, entre otros, que le han permitido ampliar sus horizontes.
En su paso por estas entidades tuvo la oportunidad de acercarse a muchos colombianos con historias y anhelos rotundos de regresar a su país.
“Nadie se imagina el dolor, la soledad y la necesidad de los colombianos en el exterior; muchos de ellos van buscando un sueño y se encuentran con una realidad muy distinta”.
Esta experiencia le permitió además crear la red ‘Cucuteños por el mundo’, un proyecto a nivel personal que nació de esa necesidad de unir a los coterráneos que se encuentran en el exterior.
De a poco se fueron uniendo amigos, conoci- dos y extraños, con un propósito en común: mantener sus lazos afectivos con Cúcuta y trabajar, de una u otra forma, en proyectos para la ciudad.
Con las redes internacionales se ha dedicado a buscar a los cucuteños en el exterior y ha sido una gran sorpresa encontrarlos en países tan lejanos como China.