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¿Cómo maneja esa nueva figura de galán que ahora le atribuyen?
(Risas) No sé si soy un galán por ahora soy el guardián y protector de ‘La niña’, el personaje que hace Ana María Estupiñán.
¿Y hay alguien que le robe el corazón?
(Risas) No. Estoy enamorado de mi profesión, nada más. Por ahora, estoy feliz y soltero, o a la orden puede ser.
¿Cuál ha sido su mayor frustración?
Es cuando no puedo lograr lo que quiero, pero tengo la habilidad de sobreponerme casi siempre y sigo luchando.
¿Cree que hace parte de ese relevo generacional que se está viendo en la actuación?
Eso no lo sé. Por ahora, solo pienso en que tengo que dar lo mejor de mí y si eso quiere decir que estoy renovando la actuación pues es algo muy bueno.
¿Cuál es su posición frente a los derechos que reclaman los actores para mejorar las condiciones laborales y asegurar una vejez digna?
Mi posición es la de la dignidad porque todo ser humano debe ser tratado así y los actores tenemos un trabajo como cualquier otro, donde también recibimos un sueldo. Cuando termina una producción, nos toca volver a buscar trabajo para seguir viviendo. Creo que estamos reclamando un trato digno y que se nos debe respetar como tal.
¿Qué pasó con la idea de seguir los pasos de su padre en las plazas de toro?
Creo que la época y la edad en que lo intenté eran un poco difíciles. Comencé a entrenar con niños de 13 años que hacían cosas que yo no podría hacer. Torear es muy difícil, uno siente un miedo inimaginable cada vez que se para frente a un toro, sientes que va a morir y tiene que hacerlo bonito, además el toro huele el miedo. Físicamente es muy demandante, es una profesión muy difícil.
¿Cuál es la mejor enseñanza que le dejó?
El ser perseverante y la habilidad de sobreponerme al miedo.
¿Qué hay de la película que está preparando para contar su historia?
Estoy trabajando en ese proyecto. Haciendo una investigación rigurosa, estamos terminando de escribir el guión y viendo si podemos empezar la película a finales de este año o principios de otro.
El 49,4% de los cucuteños mayores de 15 años, según el DANE, se sienten inseguros en su ciudad. Para reducir esta cifra, las empresas de vigilancia y seguridad ofrecen completos servicios que buscan cubrir cada una de las necesidades de los ciudadanos garantizando su tranquilidad.
A nivel nacional, de acuerdo con la última encuesta de convivencia y seguridad realizada por el DANE, durante 2014, el 17,3% de las 17.491 mil personas mayores de 15 años encuestadas, sufrieron al menos un delito.
Según Luis Martín Barrera, consultor en seguridad y gerente de Coopvigsan, los problemas de inseguridad seguirán ocurriendo si no se crea una cultura ciudadana de seguridad.
“El tema de seguridad debería ser una cátedra de estudio. Si empezamos a formar al ciudadano en este tema, sin importar la edad, habría menos índice de inseguridad, dado que el nivel de cultura y seguridad en Cúcuta es demasiado bajo” asegura.
Barrera sugiere garantizar la seguridad de las empresas desde su creación.
“En Colombia no vemos el tema de seguridad como una inversión. Al montar un negocio lo primero que debe hacerse es garantizar la vigilancia de estos establecimientos, así se minimizan riesgos” indica.
Por su parte, Jhonny Harvey Tapias, administrador de Seguridad Zeffar Ltda., recomienda que antes de contratar los servicios de una empresa de vigilancia, se verifique que realmente esté certificada por la
El precio establecido para este servicio está regido por el Decreto 4950 de 2007, por el cual se fijan las tarifas mínimas para el cobro de los servicios de vigilancia y seguridad privada prestados por las empresas o cooperativas dedicadas al mismo fin.
De acuerdo con Barrera, un servicio de vigilancia de 24 horas al mes tendría un valor de $6’780.707, dependiendo del servicio solicitado se hace el cálculo.
“Lo más importante es que el cliente vea que el precio está dentro de los rangos de la Superintendencia, eso hace que sea el guarda de seguridad el que vaya a ganar. Muchas empresas bajan los precios de la carga prestacional más no de sus utilidades” indica.