MARCELA ROMAN PORRAS
Entre telas, patrones e inventarios transcurrió la infancia de Marcela Román, una joven cucuteña que nació en el seno de una familia dedicada a la comercialización de productos textiles en la región.
Es por ello que esta carismática joven es una apasionada por la moda, al punto de ser capaz de crear sus propios bocetos de ropa y escoger las telas que le irán mejor a cada uno de esos vestidos.
El concepto de moda, Marcela lo define con las palabras “comodidad” y “elegancia”. Sus prendas se distinguen por ser frescas, vaporosas y con colores vivos.
“Me encantan los vestidos, shorts y faldas, ya que son piezas alegres y juveniles que se adaptan al clima cálido de la ciudad”, asegura la joven, de 28 años.
Esas son las prendas que combina con tenis a la hora de ir a trabajar en su tienda de telas, la segunda sucursal de ‘Texmar’, un almacén de telas fundado por su mamá Marcela Porras, en el año 2005.
“Hace cuatro meses hice realidad mi sueño de emprender, con la inauguración de esta boutique de telas”, contó Marcela, graduada como comunicadora social y periodista en la Universidad Externado de Colombia y que además posee una especialización en comunicación corporativa del Politécnico Grancolombiano.
Una mujer ecléctica
“Mi estilo es ecléctico, porque me gusta crear ‘outfits’ que sean casuales, pero al mismo tiempo elegantes”, describe Marcela; también asegura que es una mujer “feminista, emprendedora y luchadora”.
Ella asegura ser una fiel admiradora del diseño cucuteño. Por eso, en su guardarropa destacan prendas firmadas por creadores como Mónica Castro, Alex Ferre, Gen Murang, Zuly Niño y Emily Jaimes.
“Todos ellos se caracterizan por diseñar prendas con acabados impecables y por siempre trabajar bajo los parámetros de la modernidad y la elegancia”, añade la joven, quien se deja seducir por los vestidos de corte ‘bardot’ en colores sólidos o estampados floreados, de círculos o a rayas.
En su armario también resaltan distintos tipos de calzado, entre ellos los tenis y las plataformas. Gracias a la oportunidad de haber vivido ciudades como Bogotá, Quito y Nueva York, la empresaria ha conseguido instaurar una etiqueta de moda: “comodidad, sin dejar de ser moderna y elegante”.
Y esa comodidad también se refleja en los accesorios que le acompañan. Prefiere los aretes, collares y anillos pequeños, para dar total protagonismo a sus vestidos o faldas.
Una de sus grandes pasiones son las pulseras. De hecho, tiene una gran variedad en diferentes materiales: tejidos autóctonos (de Ecuador), con mostacillas, con piedras naturales, con ojos turcos, etc.
Su look lo completa con su cabello castaño, ondulado al natural y un maquillaje tenue que le permita resaltar su mirada. “No me gusta ir a los salones de belleza. Mi cabello lo cuido con tratamientos capilares naturales para mantener mis churquitos”, finaliza la cucuteña.